La apertura de las escuelas inglesas produce múltiples imprevistos

Hay datos de Escocia, donde iniciaron el curso el 11 de agosto. El 17 se registró a un 95.8% de alumnos, por encima de la media anual durante la última década, que se sitúa entre 93% y 94%. Pero el 28 de agosto se había reducido al 84.5%. Según los datos del Gobierno escocés, un 3% de los alumnos, 22.821, se habían ausentado ese día por motivos relacionados con la covid-19.

Los alumnos del colegio de B., profesora de gramática y literatura inglesa en un colegio de Londres, comienzan este viernes su regreso escalonado: los primeros en volver son los de 11 años, que inician la educación secundaria, y los de 16, que al final de curso serán examinados para el Certificado General, tras completar el ciclo educativo de cinco años.

El Ayuntamiento donde está radicado el colegio es responsable de áreas de su gestión y ha decidido que en este curso no llevará a los tribunales a padres cuyos hijos no asistan a las clases. Los directivos escolares creen que esa decisión puede repercutir negativamente en un área de bajo nivel de renta y expectativas en la educación, y con familias refugiadas recientemente en Reino Unido.

En los tres días de formación de los profesores para aplicar la guía del Ministerio de Educación sobre la seguridad sanitaria en los colegios, el número de preguntas ha ido creciendo. El diablo está en los detalles, como dice el refrán. En la gestión de cuestiones aparentemente cotidianas y menores, el claustro ha encontrado las complicaciones prácticas de la guía gubernamental.

¿Cómo se distribuyen papeles entre los alumnos cuando se aconseja el paso de 48 horas para su desinfección? La solución es preparar los documentos de apoyo con antelación y depositarlos en alguna mesa para que los alumnos los recojan. El criterio para los plásticos, utilizados a menudo como carpetas, es de 72 horas para la desinfección.

El colegio tiene seis aulas de unos 30 alumnos por cada año escolar. Van a salir al recreo de media mañana con quince minutos de diferencia entre años y separando los movimientos de cada aula. ¿Cómo se gestiona la salida de 180 niños o adolescentes evitando que se aglomeren en los servicios? ¿Qué ocurre si llueve en el tiempo de recreo, cuando el colegio no tiene un amplio espacio cerrado?

Los constructores de la escuela, en uno de los ya abolidos contratos de financiación privada de infraestructuras públicas, decidieron que las ventanas debían ser pequeñas. La ventilación es un problema y agrava otro asunto imprevisto en las guías. Puesto que los profesores han de permanecer en su aula, corren el riesgo de extender partículas de su comida que afecten a alumnos alérgicos, algo que no ocurría cuando podían comer en la sala de docentes.

¿Cómo evitar el contacto físico con el alumno que, en sus primeros días escolares, antes del cierre por la epidemia, tuvo tres episodios de convulsiones? Tendrán que orientar ahora de nuevo al niño ciego que en el curso pasado aprendió a moverse libremente por el colegio tras un tiempo de ser acompañado. No habrá en las aulas, para que no haya dos adultos, asistentes del profesor que concentran su atención en alumnos más necesitados.

Una encuesta reciente entre profesores llevó a estimar en tres meses el retraso de en el nivel de conocimiento de los alumnis, en esta reanudación de la actividad escolar. B. cree que en colegios con alumnos recién llegados a Reino Unido el retraso es mayor, por la pérdida de práctica del inglés. Hay que preparar módulos de recuperación generales, a los que habrá que añadir otros para asistir a alumnos confinados en cuarentenas como consecuencia de algún brote.

Todos los ayuntamientos han distribuido su documento sobre los protocolos que hay que seguir en caso de que un alumno muestre síntomas de Covid, pero el colegio no tiene personal permanente con formación médica. Escuelas inglesas están intentando dar respuesta a esas y otras preguntas. B. afirma que al menos en su colegio han tenido la sensatez de iniciar el curso gradualmente, lo que permitirá ejercitar las nuevas rutinas sin la presión de atender de golpe a novecientos alumnos.

El Tribunal Superior Administrativo en el estado alemán de Sajonia Anhalt ha autorizado la reapertura de los burdeles en la región y la práctica de la prostitución fuera de los mismos. El cierre general y sin excepciones de ese tipo de locales no supone actualmente una medida preventiva necesaria para combatir el coronavirus, señalaron los jueces de la cámara con sede en Magdeburgo. La intervención en la libertad profesional de los propietarios de burdeles y las prostitutas y prostitutos es desproporcionada, sentenció el tribunal. Este destaca además que el ejecutivo de ese estado federado germano oriental ha autorizado la normalización de la vida pública, con la sola excepción de la celebración de grandes eventos y fiestas de pueblo y barrio y la práctica de la prostitución, y apuesta por el respeto de las normas de higiene y de distancia física entre las personas. Estos debe poder aplicarse también a los burdeles, destacan los jueces, para los que no es aceptable que ese tipo de conceptos no sean aplicables en este caso.

Entre tanto, el gran burdel 'Pascha', en la ciudad renana de Colonia, uno de los mayores de Europa, se ha declarado en quiebra y comunicado su insolvencia como consecuencia del cierre debido a las restricciones por el coronavirus. En tiempos normales más de un centenar de prostitutas ofrecían sus servicios por cuenta propia y como trabajadoras autónomas en el edificio de 11 pisos. «Estamos acabados», afirma en declaraciones al rotativo Express, Armin Lobscheid, jefe del 'Pascha', que confiesa haber liquidado todas sus reservas financieras y ya no puede pagar los gastos de mantenimiento del edificio, que contaba también con una plantilla fija de 60 personas, entre masajistas, operarios de mantenimiento, personal de limpieza, cocineros y camareros. Lobscheid denuncia que su sector empresarial ha sido maltratado por la política durante la pandemia y advierte de que el negocio continúa de manera clandestina «en el anonimato y eludiendo el pago de impuestos al fisco». La torre de color azul tiene más de un centenar de habitaciones y una gran infraestructura con restaurante, servicio de habitaciones, lavandería, estudio solar y salón de belleza, entre otras instalaciones.

Dinamarca ha anunciado la apertura gradual e inmediata de su frontera con Alemania, sometida desde hace meses por la epidemia de coronavirus a estrictos controles, que vetaban la entrada en el país a personas sin motivos justificados. De los 13 pasos fronterizos entre Alemania y Dinamarca el país escandinavo solo mantenía abiertos hasta ahora tres de ellos. Ciudadanos alemanes podían desde mediados de junio viajar de vacaciones a Dinamarca, pero debían presentar en la aduana danesa las justificaciones de los alquileres de viviendas vacacionales o las reservas de hotel. A partir de ahora los controles en la frontera común serán esporádicos, temporales y adaptados a la evolución de la pandemia, informaron las autoridades de Copenhague.

Austria introduce hoy un semáforo de cuatro colores como alerta para el estado de la epidemia de coronavirus en cada región del país y que puede ser consultado por internet. Los colores verde, amarillo, naranja y rojo gradúan de muy bajo a alto riesgo la situación y para cada uno de esos niveles se han establecido medidas concretas. Uno de los criterios para la graduación del estado de la pandemia en las distintas regiones es el número de nuevas infecciones en el plazo de una semana, pero también la carga de sus hospitales en la atención de infectados, la posibilidad de rastreo de las cadenas de contagio y la relación de los test que se realizan con el número de casos positivos que se registran. Una comisión de expertos se reunirá desde ahora periódicamente para establecer el color del semáforo que aplicar a cada región. El ministro de Sanidad austríaco, Rudolf Anschober, comentó que un semáforo rojo no conlleva automáticamente la paralización de las actividades económicas y sociales en la región afectada, aunque en el caso de la educación supondrá el cierre de los centros escolares y la orden de que los niños reciban clases desde casa.

Eventos de afluencia masiva en grandes superficies como ferias y congresos son posibles ya en Moscú. Así lo ha dispuesto el alcalde de la capital, Serguéi Sobianin, en un edicto recién publicado. Eso sí, con la salvedad de que la actividad de tales acontecimientos debe ajustarse a los requerimientos epidemiológicos relacionados con la epidemia de Covid-19.

Será obligatorio el uso de mascarillas y guantes y deberá observarse una distancia mínima de metro y medio entre las personas. Según los casos, tendrán que instalarse mamparas de metacrilato en cada stand. Desde mediados de marzo, estuvieron prohibidos en la capital rusa los eventos de carácter masivo. Después, a partir de junio, las restricciones se fueron levantado gradualmente.

En Moscú en estos momentos, entre los días 2 y 6 de septiembre, funciona la Feria Internacional del Libro, en su edición número 33, en el recito del Manezh, junto al Kremlin. Desde el primer día de su apertura, en los accesos al edificio se están formado grandes colas y en el fin de semana se espera mucha más gente. La venta de entradas se ha efectuado exclusivamente a través de la web oficial de la feria.

Y todo ello pese a que la situación epidemiológica en el conjunto de Rusia está volviendo a empeorar. Por primera vez desde el 15 de agosto, hoy se han detectado más de 5.000 nuevos casos de coronavirus en un solo día, 5.110 exactamente, que son 115 más que el jueves.

El número total de contagiados en Rusia desde el comienzo de la pandemia asciende así a 1.015.105 pacientes, de los que 832.747 se curaron. Desde ayer jueves se han contabilizado además 121 nuevos fallecimientos, siete más que el día anterior, lo que sitúa en total de muertes desde el comienzo de la epidemia en 17.649. Sigue habiendo 164.709 casos activos.

En Moscú desde el jueves se han registrado 692 nuevos contagios por Covid-19, que son dos más que el día anterior. El total de infectados en Moscú se sitúa actualmente en 265.066 de los que 219.095 consiguieron recuperarse. La primera ciudad del país anota además 10 nuevos fallecimientos, tres menos que el día anterior. Alcanza así la cantidad total de 4.867 decesos y 41.104 casos activos.

Por otro lado, hoy comienza en Rusia la vacunación de voluntarios con la primera vacuna rusa, la Spútnik V, en el marco de la tercera fase de pruebas del fármaco. Así lo ha anunciado el Centro de Investigación Nacional de Epidemiología y Microbiología Gamaléi de Moscú, en donde fue creado el medicamento.

Según Fiódor Lisitsin, uno de los especialistas del centro, la experimentación previa «ha permitido determinar que quienes recibieron la vacuna no sufrieron complicaciones serias», asegura en declaraciones que reproduce la radio Eco de Moscú. Por su parte, el Ministerio de Sanidad ruso informa que las personas mayores que lo deseen podrán participar en las pruebas de la Spútnik V.