Agencias
Lunes, 30 de mayo 2022, 21:39
Inundaciones, corrimientos de tierra, miles de personas sin hogar y una lista de fallecidos que aún no está cerrada. Al menos 91 personas han perdido la vida por los efectos de las lluvias intensas que han golpeado el Estado de Pernambuco y especialmente su gran ... región metropolitana de Recife desde hace una semana.
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El temporal dio tregua el pasado domingo, pero las previsiones para estos días advierten de una inestabilidad meteorológica que, según el Centro Nacional de Seguimiento y Alertas de Desastres Naturales del país (Cemaden, en portugués), obliga a mantener los niveles de alerta máxima ante la formación de nuevos núcleos de lluvias torrenciales.
Al menos catorce municipios continúan bajo situación de emergencia. Decenas de miles de familias han tenido que ser evacuadas; más de cinco mil han perdido su hogar. Y el gobernador de Pernambuco, Paulo Cámara, en el último informe emitido ayer por la tarde (mediodía en Brasil) cifraba en 91 las víctimas mortales apuntando que al menos 26 personas continúan desaparecidas.
La costa noreste del país suele vivir meses de mayo convulsos por fuertes precipitaciones. El Instituto Nacional de Meteorología (Inmet) emitió la primera alerta de lluvia en el litoral nororiental el 20 de mayo, pero el azote más fuerte llegó a Pernambuco el lunes 23. En tres días, se registraron 194 milímetros sólo en el Estado, un nivel que la ciudad solo superó con los máximos de 1970 (335,8) y 1986 (235).
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que sobrevoló este lunes el área afectada para comprobar los daños del temporal, anunció recursos para ayudar a las víctimas. Su ministro de Desarrollo Regional, Daniel Ferreira, concretó que ya se han liberado al menos 200 millones de dólares de «crédito extraordinario» (un fondo ya contemplado para combatir los efectos de catástrofes naturales). Una parte se destinará a las labores de rescate, atención a damnificados y restablecimiento de servicios esenciales. Y la otra, a la «reconstrucción» de las viviendas y locales destruidos.
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Uno de los episodios más trágicos de los aluviones se vivió el pasado fin de semana en el barrio Jardim Monte Verde, entre Recife y Jaboatao dos Guararapes, donde fallecieron al menos veinte personas sepultadas por un alud de tierra que arrasó decenas de viviendas que se erigían sobre colinas que colapsaron. Aunque las autoridades están trabajando en siete puntos de deslizamiento en todo el área metropolitana de Gran Recife, además de Monte Verde, Barro y Guabiraba, Paratibe, Zumbi do Pacheco, Curado IV y Areeiro.
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