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Brasil se encuentra conmocionada por el asesinato de, al menos, cuatro niños en una guardería. El terrible suceso ha ocurrido en un centro ubicado en el municipio de Blumenau, al sur del país, donde un joven ha irrumpido este miércoles armado con un hacha. El ... hombre, de 25 años, ha causado además heridas de diversa consideración a otros cuatro menores -todos han sido trasladados a hospitales y uno de ellos se halla en estado grave- y ya ha sido detenido.
El autor del ataque, el segundo en un centro educativo que sufre Brasil en apenas semana y media, ha entrado por razones que se desconocen en la guardería Cantinho Bom Pastor en Blumenau, una localidad perteneciente al estado de Santa Catarina con unos 360.000 habitantes en su censo. Con el hacha en su mano «ha saltado el muro» de la escuela, donde en esos momentos había unos cuarenta críos. Allí ha acabado con la vida de cuatro niños de entre 5 y 7 años y ha herido a otros tantos. Después se ha dirigido a unas instalaciones de la Policía Militar para entregarse. El joven «fue detenido», han confirmado desde este cuerpo.
Lula da Silva
Presidente de Brasil
El suceso ha sido calificado por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, como una «monstruosidad». Es un «inaceptable acto de odio y cobardía», ha lamentado a través de una red social, donde ha mostrado su apoyo a los allegados de las víctimas porque «no hay dolor mayor que el de una familia que pierde a sus hijos o nietos». «Aún más en un acto de violencia contra niños inocentes e indefensos», ha subrayado. También ha expresado su «total solidaridad» el gobernador de Santa Catarina, Jorginho Mello, que ha admitido su «enorme tristeza» por el asesinato de los menores y ha decretado tres días de luto.
El país lamenta este crimen pocos días después de que otro suceso en una escuela de Sao Paulo se saldara con una profesora muerta. En esa ocasión, el pasado 27 de marzo, el autor del ataque fue un adolescente de 13 años, que mató a la docente con un cuchillo. Unos meses antes, en noviembre, un chaval de 16 años acababa a tiros con la vida de cuatro personas y hería a más de una decena en dos centros educativos de la ciudad de Aracruz, en el estado de Espirito Santo, al sureste de Brasil.
El ataque más mortal ocurrido en un complejo escolar del país tuvo lugar en 2011, cuando un hombre abrió fuego en su antigua escuela del suburbio de Realengo, en Río de Janeiro, antes de quitarse la vida. Mató a doce niños.
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