Fachada del hotel Broadway, en la localidad británica de Blackpool.

125 euros de multa por publicar una mala crítica

Un hotel británico sanciona a sus clientes por cada comentario negativo que hagan en Internet acerca del establecimiento

B. ROBERT

Viernes, 21 de noviembre 2014, 21:28

El matrimonio Jenkinson viajaba desde su casa en el noroeste de Inglaterra hacia Oxford cuando decidieron parar a dormir. Habían llegado hasta Blackpool, una pequeña ciudad turística de la costa occidental británica. Tony y Jan eligieron alojamiento por las razones más prosaicas: el hotel Broadway no era demasiado caro y tenía aparcamiento. La habitación les costó 36 libras, algo más de 45 euros. Pero se arrepintieron por partida doble. Además de unas instalaciones mal cuidadas y sucias, el establecimiento les cobró 100 libras unos 125 euros adicionales por escribir una crítica negativa en Internet. Lo avisaban en los documentos de la reserva.

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«Aunque muchos clientes habituales y parejas adoran nuestro hotel, puede que tus amigos y familiares no lo hagan. Por cada crítica negativa que se deje en una página web se cobrarán un máximo de 100 libras al que haya hecho la reserva», aseguró el matrimonio Jenkinson que rezaba en el contrato de reserva que firmaron a través de una página web del sector.

Como Jan no llevaba consigo las gafas de leer, explicaron, no se enteraron hasta el momento en que les cargaron la penalización a la tarjeta de crédito.

«Molesto no es una palabra suficientemente fuerte para describir cómo me siento con respecto a esto», aseguró Tony Jenkinson. «¿Dónde ha quedado la libertad de expresión?». El matrimonio, que pasó por este trance el pasado agosto, sigue luchando para que les devuelvan el dinero.

«Todo el mundo con el que hemos hablado nos ha dicho que los hoteles no pueden hacer eso», afirmó Jenkinson, que tiene 63 años y ya está jubilado. Tres meses después, el conflicto parece a punto de resolverse.

La crítica negativa que el matrimonio publicó en Internet afirmaba que el hotel Broadway era «una casucha nauseabunda, pútrida, asquerosa y ponzoñosa». El autor del comentario en la web de reservas de hoteles fue Tony Jenkinson, que se explayó aún más sobre lo que encontraron.

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«El papel pintado se despegaba de las paredes, la alfombra era fina y además estaba sucia y llena de manchas. La cama era aún peor, han debido de sacarla del averno. Deberían cerrar este establecimiento. Ni siquiera sé si alguien ha inspeccionado este lugar, pero si lo han hecho no entiendo cómo han podido autorizarlo».

La reclamación de los Jenkinson ya está en manos de las autoridades locales. Tras tres meses de discusión y negociaciones, estas aseguraron ayer que les consta que el hotel Broadway que está a la venta por 470.000 euros ya ha accedido tanto a devolver los 125 euros como a eliminar la polémica cláusula de sus contratos. «Hemos hablado con el dueño del hotel y le hemos pedido que elimine esta cláusula. Es un caso único, nunca nos había ocurrido nada parecido», afirmó Gillian Campbell, responsable municipal de defensa del consumidor de Blackpool.

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