Europa Press
Lunes, 13 de octubre 2014, 09:20
El grupo extremista Estado Islámico ha justificado este domingo el secuestro de mujeres y su utilización como esclavas sexuales citando la teología islámica, una interpretación rechazada por el mundo musulmán y considerada como una desviación de las enseñanzas.
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Hasta 180.000 personas se han visto desplazadas por los combates en la localidad de Hit, en la provincia de Anbar (oeste), y sus alrededores desde que esta ciudad iraquí cayó en manos de Estado Islámico a principios de este mes, según ha informado este lunes Naciones Unidas.
Combatientes de Estado Islámico han tomado este lunes una base del Ejército iraquí abandonada a unos 8 kilómetros al oeste de Hit, según un oficial militar y tres miembros de una milicia suní respaldada por el Gobierno.
Los yihadistas han saqueado tres vehículos blindados y al menos cinco tanques y luego han prendido fuego al campamento, según estas fuentes.
Estado Islámico ha lanzado una ofensiva en la desértica provincia de Anbar, fronteriza con Siria, en las últimas semanas, tomando la localidad de Hit el pasado 2 de octubre y la cercana de Kubaisa el 4 de octubre.
Como resultado de los combates y los bombardeos aéreos, llevados a cabo por el Ejército iraquí y la coalición encabezada por Estados Unidos, hasta 30.000 familias o una 180.000 personas han huído de Hit, que se encuentra 20 kilómetros al este de Ramadi, ha informado la Oficina de la ONU de Asuntos Humanitarios (OCHA) en un comunicado.
"Uno debe recordar que la esclavización de las familias de los 'kuffar' (infieles) y la toma de sus mujeres como concubinas es un aspecto firmemente establecido por la 'sharia' o ley islámica", ha indicado el grupo en su publicación digital Dabiq, tal y como ha recogido la cadena de televisión estadounidense CNN.
En un artículo titulado 'El renacimiento de la esclavitud antes de la Hora' -en referencia al Juicio Final-, Estado Islámico ha sostenido que las mujeres de la minoría yazidí, una minoría kurda residente fundamentalmente en Irak, pueden ser capturadas y convertidas en concubinas o esclavas sexuales de forma legítima.
El artículo ha salido a la luz horas después de que la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) haya denunciado que la formación ha perpetrado miles de crímenes contra las minorías étnicas de Siria e Irak.
La organización terrorista ha separado a cientos de mujeres de sus familias para obligarlas a casarse con sus milicianos o para ser vendidas como esclavas sexuales. Gran parte de las víctimas son yazidíes, a menudo obligados a convertirse al islam para salvar sus vidas.
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"La letanía de crímenes horrendos de Estado Islámico contra los yazidíes en Irak no deja de crecer", ha dicho el asesor de HRW Fred Abrahams. "Hemos oído historias estremecedoras de conversiones religiosas forzosas, matrimonios forzados e incluso violaciones y esclavitud sexual", ha comunicado. Ha añadido que "varias de las víctimas eran menores".
Varios entrevistados por esta ONG han asegurado que los terroristas capturaron un gran número de yazidíes durante la incursión del Estado Islámico en el Kurdistán iraquí en agosto de este año. A los pocos días, los milicianos separaron a los cautivos en tres grupos: mujeres mayores y madres con niños; mujeres adolescentes y de algo más de 20 años; y hombres.
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El número exacto de secuestros es desconocido dado que en las regiones con importante presencia de etnias minoritarias (yazidíes, cristianos, turcomanos y chabaquíes) se ha dispersado la población para tratar de huir del avance yihadista. No obstante, por las entrevistas que han realizado los miembros de HRW, muchos yazidíes aseguran haber visto más de 1.000 secuestros.
Esta organización terrorista no solo ha capturado mujeres, sino también hombres jóvenes. Un yazidí que consiguió escapar, Jider, ha asegurado haber visto que los islamistas secuestraron a catorce chicos de entre ocho y doce años.
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Los hermanos mayores de éstos les preguntaron a los milicianos adónde se los llevaban. "No os preocupéis, les daremos de comer y cuidaremos de ellos. Los llevaremos a una base para instruirlos en el Corán y para enseñarles cómo luchar y cómo participar en la Guerra Santa", decían los soldados.
El avance del Estado Islámico para afianzar su control sobre estas regiones ha provocado una sistemática violación de los Derechos Humanos. La situación en Siria e Irak se ha convertido en un infierno para estas minorías étnicas y religiosas y para todos aquellos que no comparten los principios de la yihad.
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