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El negocio que regenta Luis Ángel Sanz (53 años) en su pueblo –la localidad vallisoletana de Campaspero–, como otros que se asientan en el medio rural, sería prácticamente imposible sin el campo. Al tiempo, el trabajo de los profesionales del sector sería más difícil sin manos expertas como las suyas y las de otros tantos mecánicos que trabajan codo con codo con los hombres y mujeres del campo.
En el caso de Sanz, tres décadas como mecánico avalan su buen hacer. La maquinaria no puede fallar cuando más se la precisa y, si falla, ahí está su experiencia para que esta se pongan en marcha de forma inmediata.
Como explica respecto a estas últimas semanas, «a los agricultores les ha pillado en mala época, porque es el momento de siembra de patata», un proceso inaplazable, «porque si no siembras no hay nada que hacer al ser un momento importante del ciclo», razona. De forma que muchos productores han tenido que multiplicar esfuerzos para que este cultivo, «muy importante en esta zona y muy delicado», esté sembrado y en unos meses llegue en la cesta de la compra como lo ha hecho hasta ahora. Reconoce que el mérito de los agricultores es aún mayor en las actuales circunstancias, en una situación tan compleja. Una labor que él califica de «servicio público esencial, porque dependemos de ella todos los días, ya que todos los días tenemos que comer».
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Sanz ha permanecido por este motivo al pie del cañón «atendiendo las urgencias, aquellas reparaciones sin las que no se puede funcionar», explica el mecánico. Entiende que el servicio que presta es una pieza también fundamental para que el engranaje no se detenga, especialmente en momentos tan delicados como los que vivimos. «Dependen de este servicio. Y si no somos capaces de darles solución a sus problemas en momentos como estos les hacemos polvo», añade.
«Hay que agradecerles su trabajo en cualquier momento y situación. Nos hemos acordado más ahora, pero hay que acordarse más a menudo. Las muestras de agradecimiento no solo se deben hacer en estas circunstancias, sino en cualquier momento porque les debemos mucho. Y el mejor homenaje es comprar sus productos», resalta.
Luis Ángel Sanz considera que la agricultura española está muy profesionalizada y cualificada, cuida la calidad y la seguridad sanitaria de sus productos, sometidos a estrictos controles, muy por encima de muchos importados. Y por eso razona que «comprando nuestros productos se cuida de nuestro campo, valorándolos en su justa medida, por supuesto», puntualiza.
Emprendedores, inquietos, los profesionales del campo, como empresarios que también son, realizan fuertes inversiones, como las que hacen en maquinaria sofisticada, con tecnología muy avanzada. «Ahora mismo, sí. Y cada vez más, como todo. Todo va avanzando y la maquinaria agrícola tampoco puede quedarse atrás», responde Sanz. «Hablamos de maquinaria muy eficiente para lograr mejores rendimientos, mayor eficiencia y productos de mayor calidad. Maquinaria que economiza agua, que optimiza los tratamientos, siembras más eficaces y precisas», expone a modo de ejemplos.
La dificultad es que esta tecnología en muchos casos requiere buena conexión de Internet o de telefonía móvil, como para la geolocalización, por lo que considera que «en zonas donde tienen más complicado estas conexiones» se deben mejorar, «porque de lo que se trata es de ayudar a los agricultores». En su zona no tienen tanto ese problema, pero es consciente que en otras muchos sí.
Considera por último fundamental potenciar el sector, con medidas como «facilitar las cosas a la gente joven, que vean que es un sector atractivo para ellos y, así, haya relevo generacional», matiza y cree necesaria una implicación general de apoyo al campo, desde todos los ámbitos. «Es esencial concienciar de que el campo es algo primordial. No es tan complicado de entender».
Asienta población y la riqueza que genera trasciende el mundo rural porque «hay muchos sectores que dependen del campo. Muchos que no se ven pero que ahí están», dice Sanz. En Castilla y León, el sector primario es una de sus semillas esenciales que luego fructifican en su economía –comparte plenamente esta idea–. Como comparte la idea de que «en la Educación debería tenerse en cuenta la importancia del sector, de lo que significa en nuestro cada día, explicárselo a los niños. Que se destaque la importancia de este trabajo en el ámbito de la Educación. Que el sector primario es fundamental, más en una región como Castilla y León. Esto también redundaría en nuestro campo, dando a conocer el valor de este sector».
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