Qué es la pandemia covid
GRUPO20 ·
Creo que esta pandemia la podemos clasificar como la Tercera Guerra Mundial, aunque oficialmente no hay declarados ni vencedores ni vencidosVICENTE GARRIDO CAPA
Domingo, 4 de octubre 2020, 15:23
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Creo que esta pandemia la podemos clasificar como la Tercera Guerra Mundial, aunque oficialmente no hay declarados ni vencedores ni vencidosVICENTE GARRIDO CAPA
Domingo, 4 de octubre 2020, 15:23
En el mundo siempre ha habido guerras por diferentes motivos: raciales, económicos, territoriales, etc... Y, lógicamente, en las mismas se han ido utilizando los diferentes medios de ataque y defensa que había en ese momento.
Cerca de nuestro tiempo, a finales de 1.800, se inventó la ametralladora y, evidentemente, hizo cambiar todas las tácticas de guerra. En la Gran Guerra todavía se utilizaba la caballería, según nos enseñó Spielberg en una gran película, y la ametralladora acababa con la caballería, creándose así las nuevas tácticas de trincheras.
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Al final de esta denominada, en principio, Gran Guerra, se usaron como armas los gases mostaza, que realmente fueron empleados en muy pocas ocasiones. Nadie dudó entonces de que en la próxima, si es que la fuera a haber, el arma utilizada serían estos gases perfeccionados, pero más o menos a los 20 años comenzó la Segunda Guerra Mundial y, para sorpresa de todos, nadie utilizó los gases tóxicos.
Esta Segunda Guerra Mundial acabó en el 45 con la utilización de la bomba atómica o nuclear, lanzada sobre Hiroshima y Nagasaki. También en este caso se pensó que en posteriores confrontaciones las armas nucleares serían lo que se utilizaría. Afortunadamente, ha ido pasando el tiempo y, aunque parece ser que este tipo de arma la tienen varias naciones, el hecho real es que nadie las utiliza.
Las consecuencias de estas guerras las conocemos. Primero la gran pérdida de vidas humanas y la destrucción de muchas ciudades y de muchos de los medios de producción de todo tipo, que hacía que al terminar hubiera que empezar a rehacer y recuperar todo lo destruido, pasando épocas de una gran penuria. Evidentemente, lo que no se podía recuperar eran los millones de personas fallecidas y todas las tragedias que en todo orden de cosas suponían estas pérdidas.
Así han pasado estos 75 años, con ciertas tensiones en varios momentos y, de repente, y de una manera totalmente inesperada, nos encontramos con la llegada de esta pandemia de la covid-19.
Y, ¿esto qué es? ¿Qué consecuencias puede traer?
Pues si lo analizamos con un poco de detalle, vemos que tiene las características y consecuencias de una superguerra mundial, porque esto sí que ha afectado al mundo entero, sin ninguna excepción, ya que las anteriores, aunque se denominaban mundiales, no afectaron a todo el mundo.
¿Cuáles son estas características? Hospitales llenos y muchas muertes, inmovilización de millones de personas por el peligro que conlleva el poder contraer la enfermedad y, en cierto modo, parecido a cuando había que ir a los refugios al sonar las sirenas de los bombardeos. Se paró casi toda actividad industrial y productiva, eso sí, sin destruir los centros de producción. Hubo escasez de alimentos en varias partes de la población y mucho más en los países más vulnerables y con menos recursos.
Se han ido poniendo en marcha varias instalaciones del tejido industrial, pero sufriendo todavía mucho en lo que atañe al sector comercial y turístico que, como todos sabemos, hoy son puntales fundamentales de todas las economías.
Al principio de la pandemia, desde GRUPO20 me preguntaban si creía que esto iba a ser como la crisis del 2008. Respondí que creía que iba a ser mucho mayor y, sobre todo, más largo. Y sigo en esa creencia, pues vemos los datos de crecimiento del paro y la disminución del PIB.
Algunos países parece que tienen bastante dominado el control de la pandemia, entre los cuales no estamos nosotros. Lo primero que hace falta es conseguir un poco de control e ir abriendo todo lo que se pueda las actividades económicas, porque si siguen paralizadas no moriremos del covid, pero sí de hambre.
Los posibles motivos de guerra les señalábamos anteriormente, incluso alguno podría ser accidental, pero la razón y principio de esta última no lo sabemos y quizás no lo sepamos nunca, pero la sensación es que hay un país claramente vencedor y el resto librándonos como buenamente podemos.
Se puede decir en el mundo vamos por un millón de fallecidos y una gran cantidad de los que la han sufrido con graves secuelas. Entre la primera y la segunda guerras mundiales murieron 100 millones de personas y hubo una proporción enorme de heridos. Bien es verdad que fueron 10 años de combate y aquí solo han transcurrido 7 meses; además, aunque las vacunas estén listas, este virus se quedará para siempre en el mundo.
Y, ¡fíjense qué casualidad!, que cuando salen los dibujos del dichoso virus, se asemejan a los de las películas en las que veíamos las minas marítimas: esféricos y con trompetillas.
Las dificultades económicas de las empresas industriales pueden ser grandes pues, aunque no se han destruido los centros de producción, el mensaje que nos ha llegado es que hay que transformar la mayor parte para ser más productivos, con la nueva digitalización de todo lo más posible, lo cual requerirá gran inversión, agravado con que habrá menos ingresos.
A parte de la productividad, que es misión del empresariado, también necesitamos ser competitivos, para lo cual es necesaria la ayuda de las administraciones.
La ayudas económicas de la administración están muy bien en situaciones como esta, catastrófica e inesperada, que estamos viviendo. Pero no deben de existir para el desarrollo de la actividad normal empresarial. Lo que se necesita es seguridad jurídica, legislaciones fiscales y laborales, y una administración también digitalizada y no decimonónica en lo que se refiere a trámites, permisos, inspecciones más rápidas y flexibles. No tener 'patente de corso' para hacer lo que sea, sino estar en igualdad de condiciones con nuestros competidores de otros países.
Se suele decir que en las crisis siempre hay una oportunidad para salir fortalecidos, pero algunas veces cuesta encontrarla y mucho más ponerla en práctica.
Por todo ello, creo que esta pandemia la podemos clasificar como la Tercera Guerra Mundial, aunque oficialmente no hay declarados ni vencedores ni vencidos, pero podremos superarla como lo anteriormente dicho, con adaptación y fuerte voluntad de conseguirlo, sin olvidar la frase que Sir Winston Churchill dijo en 1940 –«I have nothing to otferbut blood, toil, tears and sweat» («Nada puedo ofrecer aparte de sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor»)–, y acabó ganando la guerra.
Eso esperamos.
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