Verónica Forqué logra sacar de sus casillas a todos sus compañeros durante una prueba de 'Masterchef Celebrity'

Para la fatídica prueba de exteriores, Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz anunciaban que habría un solo equipo y liderado por Forqué. «No somos aspirantes, somos víctimas», bromeaban los concursantes sin saber la que se les venía encima. La protagonista de 'Kika' la volvió a liar ¡y de qué manera! «¡A callar!», ordenaba déspota a las primeras de cambio. Carmina Barrios acabó llorando cuando vio cómo tiraba todo el pan que había frito, Belén López estalló al contemplar la misma acción, pero con unas raspas de sardinas que le había costado dios y ayuda limpiar y Juanma Castaño lanzó un aviso a navegantes: «A loco no me gana nadie, ¡eh! Cuidado conmigo».

Ante tal panorama, Miki Nadal levantó la voz. «Hablo en nombre de todos, a partir de ahora quedas destituida. Esto es un motín», proclamó. Y entre todos llevaron a la actriz a una balsa donde la abandonaron. Pepe entró en acción desesperado. «¿Puedes llamar a mi psiquiatra? He visto cosas aquí que no había visto en mi vida», argumentaba el chef al contemplar la estampa. «Por dios, ¿tan loca he estado?», preguntaba incrédula Verónica. «Esto era un frenopático», remataba Juanma Castaño. «Esto no está pagado, me va a costar una enfermedad», se lamentaba Carmina.

En la prueba final, ya en plató, los concursantes se enfrentaban a la prueba final. Al levantar una caja los delantales negros descubrieron fotos de los peores platos que habían hecho en el concurso. «Los fallos forman parte del aprendizaje», aleccionaban los maestros de fogones anunciando que debían volver a cocinarlos, enfrentándose a sus temores y demostrando así su evolución. Iván Sánchez no superó el desafío. «Has potenciado más el error que cometiste en su día», valoraban los jueces antes de expulsarlo dejando rota a Verónica Forqué, que no podía evitar las lágrimas al despedir a uno de sus grandes apoyos en el programa.