Sarah Ferguson pone nombre a sus pechos tras operarse de cáncer de mama

Desde su salida del hospital, Sarah Ferguson vive en el Royal Lodge de Windsor, residencia real de su exmarido desde el año 2002. Desde entonces, la Duquesa de York no ha salido todavía de la propiedad al no sentirse preparada por el proceso de recuperación de la operación, más complicado también por cómo sucedió la intervención y el postoperatorio.

A pesar de ello, está afrontando la situación con su característico buen sentido del humor y así lo ha demostrado en un nuevo episodio del podcast 'Tea Talks with the Duchess and Sarah', el mismo en el que concedió una entrevista antes de ser operada y que le sirvió de altavoz para intentar concienciar a mujeres de todo el mundo de la importancia de hacerse chequeos médicos rutinarios y prestar atención a cualquier anomalía, por pequeña que sea.

La Duquesa de York confesó en esta charla con la copresentadora Sarah Thomson que había decidido ponerle nombre a sus pechos después de que tuvieran que reconstruirle el izquierdo por la operación: «Sigo acostumbrándome a Derek, mi nuevo mejor amigo», un nombre que no tiene mayor explicación que ser el primero que se le pasó por la mente en un primer momento tras la intervención: «Me hizo gracia».

Por ello, le ha puesto también nombre a su seno derecho: «Eric está bastante triste porque no es tan firme como Derek, pero no os preocupéis, me aseguraré de que la cosa se equilibre», bromeaba. Pero lo cierto es que, además de ser un cambio en su cuerpo a raíz de la enfermedad, esta supone también una medida de contención para la enfermedad: «Es muy importante porque me salvó la vida. Es un amigo que siempre está conmigo y me protege con su escudo», decía así de 'Derek'.