Isabel Preysler está viviendo, tras su ruptura con Mario Vargas Llosa, las Navidades más tristes de su vida. Fue a mediados de diciembre cuando, después de una discusión por celos infundados, la socialité habría decidido acabar con su relación al darse cuenta de que después de ocho años de amor la ilusión del principio se había desmoronado, no se hacían felices y lo suyo no tenía futuro. Tras conocerse la noticia, su mansión en la madrileña urbanización Puerta de Hierro de Madrid continúa siendo un hervidero de actividad, entre ellos, un sacerdote.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.