La princesa Mette-Marit y su marido, el príncipe Haakon Magnus. EFE

Los noruegos, preocupados por la salud de la princesa Mette-Marit tras contagiarse de coronavirus

La Princesa pertenece al grupo de personas de mayor riesgo al padecer fibrosis pulmonar y sufrir el 'síndrome de los cristales'

el norte

Martes, 23 de agosto 2022, 11:31

La Princesa Mette-Marit, un día después de cumplir 49 años, se ha contagiado de coronavirus, según ha anunciado la Casa Real de Noruega a través de un comunicado bastante escueto, contando que tenía los síntomas normales de la enfermedad y que en todo momento su médico se encuentra pendiente de su evolución.

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Este imprevisto ha provocado que cambien sus planes, o al menos su agenda oficial, porque se encuentra disfrutando de sus vacaciones de verano con su familia, por lo que no ha tenido que cancelar de algunos de sus compromisos oficiales. Durante este tiempo podrá recuperarse para estar a punto para su viaje de Estado a Reino Unido, un viaje que llevará a cabo junto a su marido, el Príncipe Haakon, que es el heredero de la corona noruega.

Será el 14 e septiembre cuando ponga rumbo a este destino, así que se espera que para ese momento esté completamente recuperada. La princesa no es la primera de la Familia Real noruega que se contagia, porque su hija Ingrid Alexandra lo ha pasado, su marido también y su suegro, el Rey Harald, que preocupó mucho por sus problemas de salud previos.

A pesar de su recuperación, la salud de Mette-Marit preocupa, por sus problemas previos al contagio. Hay que recordar que durante los primeros meses de la pandemia redujo su agenda oficial al mínimo, para mitigar los riesgos de contagio porque pertenece a uno de los grupos de mayor riesgo. Fue en 2018 cuando fue diagnosticada con una fibrosis pulmonar, enfermedad que ya le obligó a restringir sus compromisos en ese momento.

Y más allá de esta enfermedad respiratoria hay que sumar el 'síndrome de los cristales', algo que le había sido diagnosticado un año antes y que se caracteriza por tener muchos mareos y vértigos, algo que también la mantuvo alejada de la vida pública de su país.

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