Ana Peleteiro y en la imagen superior derecha, Nelson Évora. EFE

Nelson Évora, expareja de Ana Peleteiro, se defiende de las acusaciones de abuso sexual

El atleta olímpico desmiente que sea él de quien habla la deportista gallega

El Norte

Viernes, 13 de diciembre 2024, 11:51

Ana Peleteiro denunciaba en sus redes sociales las violaciones y maltratos que ha recibido por parte de una de sus exparejas, nombre que ha preferido mantener en anonimato. Un testimonio que la atleta olímpica ha querido publicar para que otras mujeres no pasen por lo mismo que ha pasado ella. Ante esta confesión, su ex Nelson Évora ha querido pronunciarse para desvincularse de dicha situación.

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El atleta olímpico portugués que mantuvo una relación sentimental con Ana Peleteiro durante cinco años (de 2016 a 2021), se ha manifestado sobre la versión de los hechos compartida por la gallega. A través de un comunicado publicado en su cuenta de Instagram, Évora ha aclarado que él no tiene nada que ver. «En el seguimiento sobre las noticias que están circulando y que se relacionan con mi nombre, manifiesto toda mi empatía con Ana y con todas las mujeres y hombres que pasan por este tipo de situación. La persona señalada en esta historia no soy yo. Agradecería, por eso, que no me asocien a ese testimonio bajo pena de consecuencias legales», han sido las palabras que ha escrito el deportista en su perfil de Instagram.

Maltratos

En el vídeo que la atleta gallega publicó en su perfil de TikTok, contó que: «despertaba por las noches teniendo relaciones sexuales sin consentimiento». Además, contó que si se ella se negaba a tener «relaciones sexuales cuando él quería se deterioraría la relación»: «Decía que quién no comía en casa comía fuera y que si me era infiel que no me sorprendiese».

«Cambió absolutamente todo de mí, desde la vestimenta al pelo, la forma de actuar con mi familia. Consiguió distanciarme de muchísima gente, y aun así me quedé», continuaba contando en el vídeo la gallega. «Volvía de esos viajes como con chupones en el cuerpo –continúa- y me decía que eran picaduras de bichos que tal vez había en su colchón. Y aun así me quedé (...) Y que si luego me era infiel, que tampoco me sorprendiese».

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