'Los ángeles de Charlie' dan el premio a Jorge Vázquez en MBFWM

La mañana dio un giro radical con La Condesa. La firma de las deseadas chaquetas de estética entre militar y de aristocracia decadente se estrenó en la pasarela madrileña con una colección en la que, lejos de abusar de su prenda estrella -que protagonizó el carrusel final-, sorprendió al inspirarse en la década de los 60, cuando los abuelos de Marina Conde, directora creativa de la marca, abrieron una piscina municipal de su Badajoz natal. Este lugar era más que un centro de ocio, convirtiéndose en un club social donde se organizaban guateques por las noches. Nos invita a revivir esos días junto a ella desde la nostalgia representada con tejidos iridiscentes y prendas de lentejuelas, que se asemejan al efecto del sol reflejado en el agua, sin obviar detalles clásicos de la época como el nido de abeja y las puntillas. También sacó de su álbum familiar las fotografías de los 90 para confeccionar prendas más deportivas, pijamas y camisas extra grandes. Una muestra de todo lo que es capaz de hace.

El día fue a mejor con Marcos Luengo, sinónimo de calidad y buen hacer. Los recurrentes acantilados asturianos dejan paso al fondo marino israelí y a la fuerza de Oriente para vestir a mujeres elegantes y armoniosas con la superposición de prendas en raso de lino bordado para preciosos kimonos, napas troqueladas y tul trabajado con hilos de seda. Ponen la guinda a los estilismos los fajines realizados en napa y una colección de enormes joyas en hierro pavonado -sorprende su ligereza-. Maravillosos, como siempre sus enormes y codiciados bolsos. Una delicia.

No es trago de buen gusto desfilar después de Luengo, pero Menchen Tomas lo hizo de la mejor manera posible: con un viaje que transmitió buen rollo. Trajo a la pasarela un pedacito de La Habana previa a la revolución en una colección que parte en blanco como referencia a la santería y va subiendo el tono con el cuarzo, que dicen que es color del subsuelo de la ciudad y de ahí proviene la alegría de sus habitantes. El icónico vestido camisero de la casa comparte protagonismo con otros cuajados de flecos, muy representativos de las artistas de la isla.

Los últimos volvieron a ser los primeros. Jorge Vázquez, que cerró la 68 edición de MBFWMadrid con una exquisita colección inspirada en la versión pop los 70 de los 'Ángeles de Charlie' sin caer en la obviedad, se llevó el premio a la Mejor Colección. Un merecido galardón para una propuesta sutil, comercial y más minimal que en otras ocasiones, con muchas más propuestas de calle y un cambio importante en la utilización del logo, ya que el nombre del diseñador aparece discretamente en los estampados. Los brocados y las siluetas fluidas ceñidas a la cintura competirán en sus tiendas con la nueva sudadera de la firma, con la famosa silueta de las protagonistas de la serie estadounidense que sigue marcando tendencia y a la que Vázquez saca provecho con mucha inteligencia. Además, el gallego mostró los bolsos que ha diseñado para guardar el Samsung Galaxy S9.

El premio a la Mejor Modelo ha sido para Afrodita Dorado, española de origen dominicano que ha desfilado para Balenciaga y Stella McCartney.