Matthew Fox, de 'Lost', explica las razones por las qué dejó en 2014 la interpretación

Matthew Fox vuelve a la pequeña pantalla, una década después del final de 'Lost' y tras un largo periodo de inactividad. El último trabajo del actor, Bone Tomahawk, fue rodado en 2014 (y luego estrenado en 2015), y desde entonces no había vuelto a ponerse delante de las cámaras hasta ahora, con la serie 'Last Light' para Peacock. Tras su vuelta, el actor ha explicado sus motivos para desaparecer de la vida pública durante los últimos años. «Tenía algo así como una lista de deseos en mi mente de cosas que quería lograr en este negocio, y después de hacer Bone Tomahawk en 2014, esa lista se completó. Quería hacer un western. Es un western muy raro, pero un western al fin y al cabo. Así que así se cumplió la lista de deseos», explica en declaraciones recogidas por Variety.

A la culminación de ambiciones profesionales se unía también el absentismo familiar causado por su trabajo. «En aquel momento, nuestros hijos estaban en una edad en la que sentía que necesitaba reconectar con ellos. Me había centrado durante largo tiempo en el trabajo, y Margherita [Ronchi, su esposa] había estado liderando la familia maravillosamente, pero sentía que era momento de estar en casa».

El actor vuelve con 'Last Light', una ficción que supone su regreso al medio televisivo, que abandonó en 2010 con el desenlace de Lost. Fox es también productor ejecutivo del thriller, que imagina un mundo en crisis después de que los suministros de petróleo sean saboteados a nivel mundial.

«No había hecho eso antes», dice sobre la producción ejecutiva. «La oportunidad de involucrarme surgió y pensé en darle una oportunidad. Sentía que era el momento», explica sobre el proyecto.