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el norte
Martes, 24 de mayo 2022, 13:03
El jurado de 'Masterchef 10', Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz, tomaron una decisión inédita en el programa. Expulsaron a dos concursantes en la misma gala. A Teresa y a Patricia. La última prueba parecía sencilla pero acabó siendo un desastre en cada ... uno de los cocinados que se presentaron.
En el primer test de la noche escogieron al huevo como el ingrediente principal. Primeros, los concursantes tuvieron que participar en una carrera de relevos, divididos en tres equipos, y cada aspirante se colocó en una fila de cocina para encargarse de un reto independiente. En concreto, tuvieron que realizar huevos benedictinos con salmón ahumado, una quiche, un suflé de queso emmenthal y un flan de huevo.
Los primeros en acabar la prueba fueron Jokin, Patricia, Luismi, Yannick y Teresa, mientras que, a los que más les costó fueron David, Adrián, Verónica y, sobre todo, a María Lo que, sorprendentemente, se vino abajo sin poder reprimir el llanto. «Soy súper exigente y esto es lo peor que me puede pasar. Toda la vida con eso de la perfección, soy incapaz de abrazarme a mí misma y animarme», confesaba desesperada. Finalmente, Samantha acudió a apoyarle y le aplaudió.
Al finalizar, los jueces se mostraron «muy disgustados» por haber pedido «cuatro elaboraciones básicas y lograr un resultado bochornoso». Tanto que entregaron cuatro delantales negros a María Lo, Luismi, David y Adrián que los aceptaron con resignación.
Posteriormente, el programa se trasladó a la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda. En esta ocasión, las capitantas de los dos nuevos equpos fueron Maribel (aspirante de la primera edición) y Ofelia (de la novena). La primera formó grupo junto a Jokin, Patricia, Julia, María Lo, David y Teresa, y la segunda contó con Claudia, Yannick, Verónica, Adrián y Luismi. Así, los dos bandos cocinaron un menú degustación de seis tapas con productos locales: crema aireada de langostinos con cañaíllas, urta frita con laca de algas y buñuelos de chocolate. Y por otro un menú compuesto por un taco de camarones con tartar de atún, pasta rellena de carrillera y manzanilla frozen mojito.
Lo más importante de la prueba fue la reunión de la familia de MasterChef con todos los concursantes de las diez ediciones de anónimos. Jueces, ganadores y duelistas firmaron chaquetillas que se subastaron en beneficio de la Fundación Pequeño Deseo.
Tras uno de los cocinados más ordenados y menos tensos de la edición, los jueces agradecieron la experiencia a Ofelia y Maribel. Esto provocó que le quitaran los delantales negros a María Lo y a Luismi. Pero no a David y tampoco a Adrián por no demostrar el esfuerzo necesario. Además, señalaron que el menú de los azules no estaba bueno ni era lo que habían propuesto. Algo parecido a lo que les ocurrió a los rojos.
Tras la prueba, el jurado decidió que fueran los rojos los ganadores.
Los portadores de los delantales negros, Jokin, Patricia, Julia, María Lo, David y Teresa, llegaron al plató para librarse de la eliminación, en una prueba en la que tuvieron que enfrentarse al robo de ingredientes, pero esta vez será a la cara. Cada uno tuvo la oportunidad de quitarle 5 ingredientes a un compañero de los 10 que encontrarán en una cesta.
Los concursantes deberían elaborar un plato de pasta fresca, en 30 minutos, acompañado con los productos que queden en los puestos de cocina. Algo que parecía sencillo y, sin embargo, se complicó tanto que María y David entregaron sus pins de la inmunidad por miedo a la valoración. Él entregó una lasaña «sin guisar y cruda». Ella hizo unos raviolis que también la derrumbaron: «Creo que estoy perdiendo la confianza», lamentó, mientras los jueces le dijeron que podría haber conservado el pin porque es una «pasta maravillosa».
Sobre el resto de aprendices, la cata valoró mal a la «pasta sin acabar y sin sabor» de Teresa, suspendió al de Julia y horrorizó con el de Patricia que parecía «cemento y chicle». Jokin hizo un plato «no bonito pero rico», mientras que Adrián fue el único que cocinó algo que los jueces disfrutaron. Tras la deliberación, Pepe sentenció: «El aspirante que no continúa en las cocinas es Patricia y Teresa. Habéis hecho los peores platos de la prueba con diferencia». Una noticia que derrumbó al resto de aprendices. «El tiempo me ha jugado una mala pasada», decía Teresa, mientras que Patricia lamentaba su falta de confianza en sí misma.
Eso sí, no se despidieron para siempre, porque ambas aseguraron que al salir de las cocinas se prepararían para una posible repesca.
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