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el norte
Miércoles, 8 de febrero 2023, 12:35
Una posible reconciliación entre Mario Vargas Llosa, con la madre de sus hijos, Patricia Llosa, han ido cobrando cada vez más fuerza, debido a que los encuentros entre el escritor y su exmujer han sido cada vez más frecuentes, durante las últimas semanas.
Sus ... hijos, Álvaro, Morgana y Gonzalo Vargas Llosa, han tenido mucho que ver en esta situación, ya que no eran partidarios de la relación entre su padre y la 'reina de corazones' por lo que habrían intentado a toda costa que ambos retomaran su historia de amor.
Con esos rumores de fondo, el pasado martes (7 de febrero), el premio Nobel ha salido de su domicilio junto a su hija Morgana, poniendo rumbo a París donde le nombrarán el próximo 9 de febrero miembro de la Academia francesa de la lengua. Momentos más tarde, era Patricia quien abandonaba el hogar del peruano en Madrid y se mostraba muy enfadada con los medios de comunicación que le preguntaban sobre su relación con Mario.
Por otro lado, Patricia Llosa caminaba en el aeropuerto acompañada por sus nietas y su yerno, Stefan Reich Roden. Minutos después, embarcaba en el mismo vuelo que Mario con destino a la capital francesa
Antes de tomar el vuelo a París, Patricia Llosa ha expresado su malestar por la filtración al diario ABC que hizo Isabel Preysler de la carta que le escribió la exmujer de Mario Vargas Llosa cuando empezó su relación con el premio Nobel en mayo de 2015.
En unas imágenes grabadas en exclusiva por Europa Press, se puede apreciar a la exmujer de Vargas Llosa muy enfadada y no ha dudado en 'amenazar' a la reportera levantando su bolso en un gesto desafiante antes de dar manotazos al aire, mientras dos de sus empleadas, visiblemente nerviosas, intentaban interponerse para proteger a la peruana de las preguntas. Un momento de gran tensión en el que Patricia ha preferido guardar silencio y no explicar por qué envió esa carta a Isabel Preysler.
Recordemos que en la carta la peruana advertía a la madre de Tamara Falcó de que lo mismo que estaba haciendo con ella, su marido lo había hecho con 20 o 30 mujeres a lo largo de su matrimonio y, convencida de que volvería al hogar familiar, le pedía que no se dejase ver con Vargas Llosa en público.
Además, y lo que es más llamativo, le pedía permiso para poder celebrar con el escritor sus bodas de oro en Nueva York, dando una imagen de felicidad de cara a la galería cuando sabía que Mario ya bebía por entonces los vientos por Isabel.
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