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el norte
Miércoles, 8 de febrero 2023, 17:49
Márc Márquez ha vivido un auténtico calvario con las lesiones hasta hace seis meses: «Antes de operarme el brazo, la retirada era una opción. Ahora ya no. No hay dolor». Aquello fue un viaje al infierno: «Y el infierno es duro. Porque cuando hay un ... dolor así, te cambia hasta el carácter. Yo venía de una carrera deportiva que parecía superhéroe y de golpe, de un día para otro, fractura, infección, operaciones y ahí es cuando te puedes hundir. He estado jodido».
«Siempre he sido maduro para mi edad porque cuando yo tenía doce años ya iba rodeado de gente que podría ser mi padre o mi abuelo por edad. He crecido rodeado de gente mayor. Yo nunca me fui a colonias en verano con mis amigos. Pero fue mi decisión» Todo por las motos. Le obsesionan: «No tengo pasión por ir a una playa o viajar, mi pasión son las motos. Me provoca ir al límite. Me engancha la felicidad al posganar, la celebración con los míos».
Esa pasión le ha llevado a vivir en dos mundos en paralelo: «Yo tengo dos familias, la mía y la de los circuitos». Es tal la felicidad que le procuran las motos que solo se toma una pequeñas vacaciones de verdad: «Me pillo una semana de desmadre total en verano con mis amigos porque lo necesito». Es, como bien dice, «una cuestión de prioridades. Yo, por ejemplo, estoy soltero, no por casualidad. En competición en difícil aguantarme porque soy muy cabezota y tengo mis rutinas».
Está claro que la adrenalina fluye por su cuerpo a un ritmo distinto: «No me gusta estar relajado, la relajación me aburre. Soy incapaz de estar concentrado». Pero uno se lo imagina pilotando con los cinco sentidos puestos en la moto. Incluso algo más, un sexto sentido que tiene que ver con el riesgo: «Donde no llega la moto se arriesga el piloto. Cuanto más riesgo coge el piloto, más caídas. Pero a mi edad ya tienes conocimiento para saber cuándo y cuánto arriesgar. Ahora me autoexijo para ver los riesgos». Uno de ellos es el de darse un golpe en la cabeza que pueda 'despertar' la diplopía que padece: «No duele, pero es muy molesta porque veo doble y acabo mareado».
Marc ha recordado con Risto su conflicto con Valentino Rossi: «No hay predisposición por ninguna de las partes a hablar o hacer las paces. No tengo que ser amigo de todo el mundo». En cuanto a lo que el italiano le hizo, no tiene dudas: «Me tiró. Perdió los papeles. No fue accidental, fue deliberado». Eso sí, Rossi lo pagaría después. No es que Marc sea vengativo, pero es un hombre de carácter: «Aunque cada vez hay menos gente que muestre su carácter, que diga lo que piensa. Creo que se debe a las redes sociales, ahora te llegan todos los comentarios. En estos momentos 'me la suda' lo que digan de mí. No tengo Twitter en el móvil y la cuenta la gestiona un 'community manager'. Instagram me gusta, me gusta colgar las fotos y mirarlas. Lo que no abro nunca son los comentarios». Y, sí, como un hombre de su tiempo, también liga con sus redes sociales: «Bueno, algún MD cae de vez en cuando….». Todo comienza con un sencillo 'Hola'.
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