Malú habla de su dura lucha contra la anorexia

La cantante Malú ha acudido al pódcast de Vicky Martín Berrocal, 'A solas con...', donde ha desvelado el duro episodio de anorexia que tuvo que pasar y las malas decisiones que adoptó entonces al taparlo porque «hubiera sido un escándalo mediático».

Malú expuso con toda crudeza ese episodio horrible de su vida para dar visibilidad a este grave desorden nervioso tan prevalente entre la sociedad. Fue una época llena de dificultades y desdicha para la artista, que ahora parece estar afrontando una etapa feliz de su vida. «Estoy más asentada como mujer y como persona. Por cómo vivo y por cómo me tomo las cosas. Soy una Malú que ya se ha dado muchas hostias por el camino y ya ha hecho callo», ha afirmado en su charla con Vicky Martín Berrocal.

La cantante ha confesado la diferencia que hay entre la vida en el escenario y la vida en el ámbito privado. «Soy la persona más insegura del universo, pero cuando me subo al escenario siento un empoderamiento brutal. Y fuera del escenario me hago pequeñita otra vez», ha relatado.

La intérprete ha expuesto abiertamente sus problemas de anorexia en el pasado, una lucha que no supo afrontar de la manera correcta porque su carrera era la primero en aquellos momentos. «Hubiera sido un escándalo mediático y no queríamos que pasara», ha lamentado.

Malú ha revelado cómo sufrió con esos «trastornos de empezar a comer menos, de obsesión por la delgadez, por estar delgada, por estar físicamente como tenía que ser, y se me fue bastante de las manos». Y ha continuado: «Yo seguía trabajando, seguía con mil cosas, no podía centrarme en eso, y eso estaba, iba y venía, hasta que ya dejó de venir. Hasta que un día dije que ya está».

El día a día era muy duro. «Estuve un montón de años con el sí y con el no. Quité todos los espejos y los pesos de mi casa para no ver constantemente mi imagen, cosa que es difícil porque te ves luego en otro sitio que no es el espejo», ha relatado. «Seguí trabajando y una vez íbamos a sacar 'Guerra Fría' y estuve un mes sin poder dormir», ha continuado. Fue entonces cuando un amigo médico le recomendó acudir a un psiquiatra.

«Fui y en la charla para contarle que no podía dormir le conté que había tenido trastornos alimenticios. Me preguntó y le dije: 'A mí en su momento me dijeron que era anoréxica y tal y cual'. Le dije que tenía esa enfermedad y me dio una charla muy chula, bastante corta y tonta, en la que me preguntó a qué edad había empezado», ha señalado para exponer el principio de la solución, que pasó por cambiar su percepción de la vida y de cómo se encontraba en ese momento.

«Tú no eres anoréxica, tú tienes conductas, pero no lo eres. Porque eso se fragua de otra forma, mucho antes. Tú tienes otra cosa», le dijo el psiquiatra. «Así que llegué a mi casa y dije: 'Oye, que no estoy enferma, no me pasa absolutamente nada, se acabó'. Seguí en mi dinámica de no pesarme y hasta hoy», ha destacado. «Nunca lo había contado. No sabía ni cómo contarlo porque no lo había contado nunca», ha apuntado con emoción.

«La terapia me ha cambiado la vida. No la dejo ni loca, ni en Navidad. Invertimos muchísimos dinero y tiempo en hacernos analíticas, pero este es lo que gestiona todo lo demás y el que se come todo lo que está alrededor», ha advertido antes de concluir: «Ahora vivo la vida de una forma más real, tranquila, relajada, sin tanto complejo, sin tanto miedo, sin tanta inseguridad».