

Secciones
Servicios
Destacamos
El Norte
Jueves, 15 de junio 2023, 11:57
Lola Herrera acudía este miércoles al programa de Televisión Española, presentado por Carlos del Amor, 'La matemática del espejo' donde hizo un amplio repaso de su vida en los escenarios. Una trayectoria que comenzó a la edad de 12 años, en su Valladolid natal. A sus 88 años, estupenda todavía sigue 'dando el callo' sobre las tablas: «He trabajado mucho en lo que ha sido la gran pasión de mi vida», comenta.
La veterana actriz sigue apasionándole meterse en un papel diferente al que le ha tocado vivir y que le lleva por caminos y experiencias diferentes: «Lo paso muy bien. Tenemos muy poco tiempo aquí y hay que aprovecharlo».
En cuanto a sus diferentes interpretaciones, no cabe duda que la que más ha significado su carrera ha sido la obra 'Cinco horas con Mario', una obra que ha protagonizado durante 40 años, llegando a fusionarse con el personaje hasta tal punto que le afectó: «Perdí un poco el norte y me afectó mucho meterme en el papel». Asegura con una sinceridad desgarradora que iba al teatro a buscar y que veía a través de Carmen, su personaje, las mismas imágenes que vivía con su marido.
Por circunstancias de la vida le tocó ser madre y padre de sus hijos, y lo único que echa en cara a su profesión son las largas ausencias de su hogar: «Lo más duro que me ha tocado vivir es no poder disfrutar de la infancia de mis hijos». Cuando nació su hija la dejó al cuidado de sus abuelos y volvió a verla con tres meses. Ahora son sus hijos, Natalia y Daniel Dicenta los que están pendiente de ella: «Me deben ver muy mayor porque siempre les tengo en vilo».
La actriz vallisoletana no se le pasa por la cabeza abandonar los escenarios: «Yo por mi voluntad no me voy a bajar salvo que yo no me encuentre con energía para trabajar, con fuerza para trabajar. Tengo organizada de mi vida de tal forma que hago muy pocas cosas que no sea mi trabajo. No tengo cosas que me causen más placer que el teatro en mi vida».
Ahora protagoniza 'Adictos', una obra donde reflexiona sobre hasta qué punto somete al hombre la tecnología. Un papel en el que la actriz es consciente del paso del tiempo una vez más: «No me interesa a mi perder el tiempo aprendiendo aplicaciones para llegar antes a un sitio».
Su excelente y dilatada trayectoría profesional le ha llevado a conseguir numerosos reconocimientos como la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes, Medalla de oro al Mérito en el Trabajo, el Premio Nacional de Teatro Pepe Isbert, 2 Antenas de Oro, el Premio Max de Honor y el Premio Talía de Honor.
Lola Herrera ha tenido que compaginar sus éxitos profesionales con una vida personal marcada por las depresiones y por una complicada relación matrimonial. Para poder superar esos malos momentos, ha tirado de su profesión a modo de teparia.
Su matrimonio con Daniel Dicenta estuvo marcado por conflictos, desencuentros e infidelidades. Un torbellino de dificultades que hicieron que acabaran separándose. El dolor y la complejidad de esta relación se plasmaron en 'Función de Noche', una película icónica que protagonizaron los dos y dirigida por Josefina Molina: «Fue el resultado de una depresión de cuando empecé a hacer 'Cinco horas con Mario'. No supe verbalizarlo y se lo conté a Josefina. Ella me dijo que eso era lo que quería hacer, hablar de las mujeres de mi generación».
La película fue muy rompedora y desafiante. Una conversación honesta y directa sobre los conflictos emocionales que se esconden tras la relación y separación. Para Lola Herrera supuso hacer algo por ella misma que le permitió vivir mejor a partir de ese momento: «No viviré lo suficiente para agradecer a Daniel que estuviera allí porque yo no supe calibrar lo que eso fue para él y lo pasó muy mal hasta el final de su vida».
La sensación que queda es que él la ayudó, pero ella no pudo hacer lo mismo con él: «No podíamos hablar, solo pudimos a través de esa función». Y salió todo delante de las cámaras. La frustración, el silencio guardado, la incomprensión. Él publicó juzgó entre buenos y malos, y en realidad eran dos personas heridas que no pudieron, o no supieron hacerlo de otra manera.
A día de hoy, todavía le remueve ver la película. Una catarsis para ambos que les permitió expresar sus emociones de una manera que pocas parejas se atreven.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.