Juan Urquijo, la nueva ilusión de Irene Urdangarin

Juan Urquijo acudió hace solo unos días a la que todavía es «la boda del año». Prefirió entonces no asistir con Irene Urdangarin, consciente de que su presencia acapararía nuevos titulares y que esto restaría protagonismo a su hermana. Y eso que al enlace acudió la plana mayor de la familia real española, a excepción de los Reyes, Felipe VI y Letizia. Esta decisión habla del carácter discreto y sensato de Juan Urquijo, a quien no parece gustarle demasiado los focos, tal y como el diario ABC.

Los caminos de los dos adolescentes se cruzaron el pasado verano cuando ambos se encontraban disfrutando de las vacaciones. En un primer momento no quisieron hacerlo oficial y prefirieron calificarlo con ese eufemismo que es «amigos especiales». Y poco después llegó una relación a distancia, con la que ambos parecen encantados.

La revista «¡Hola!» explica cómo ambos han sabido adaptarse a los kilómetros que les separan y cómo disfrutan cuando se vuelven a encontrar. Así lo hicieron cuando ella se instaló en el Palacio de la Zarzuela para sacarse el carnet de conducir, una buena «excusa» que le ayudó a estar más cerca de él.

Una chica muy madura

Juan Urquijo es hijo de Beatriz Moreno de Borbón-Dos Sicilias y de Lucas Urquijo y tiene 25 años. Una diferencia de edad de siete años con Irene que no parece ser un problema para ellos, pues todos dicen que Irene es una chica muy madura para su edad.

El chico estudió en un colegio exclusivo de La Moraleja y terminó sus estudios en las islas británicas para acabar dominando el idioma a la perfección. Estudió una Ingeniería Agrónoma y en la actualidad está enfocado en el sector del campo, algo que adora.

Juan Urquijo ha desarrollado una vida académica ejemplar, según se ve, y habla varios idiomas, entre ellos inglés y francés fluidamente, y además comparte con su novia el gusto por ayudar a los demás. Si Irene hace un voluntariado en Camboya, Juan le puede hablar de su experiencia en 2016, cuando se marchó a Asia a hacer otro voluntariado, este centrado en la agricultura. Una experiencia que le dejó huella.

Desconectar y relajarse juntos

La hija de la Infanta Cristina lleva varios meses colaborando con un jesuita español, con quien está muy comprometida. Vuelve a España para desconectar y relajarse. Y, por supuesto, a estar con Juan. Ambos disfrutan de planes «muy normales», dice. Lo que les importa es estar juntos y disfrutar de aficiones comunes como la música o el deporte.