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En la última entrega de 'La isla de las tentaciones 4' todas las parejas tuvieron que pasar por sus últimas hogueras para ver sus imágenes juntos, sacar conclusiones y decidir cómo acabar la experiencia. Así, Josué y Zoe fueron los únicos que salieron ... de la mano, como entraron al principio. El resto decidió dejar la relación frente a Sandra Barneda. Pero, no todos los protagonistas se marcharon solos. También hubo quien escogió marcharse de la mano de su tentador con éxito y alguno, incluso, tuvo hasta doble desplante.
Zoe fue la primera en sentarse frente a Sandra Barneda en su hoguera final, asegurándole que tenía muchas cosas que hablar con Josué, sobre todo por sus faltas de respeto hacia ella. Pero al verlo se derrumbó su dureza: «¡Qué guapo, madre mía!», susurró. Ambos se abrazaron y en voz baja él confesaba sus temblores. Ella le pedía explicaciones por su comportamiento. A su vez, él se las pidió a ella por sus «jueguecitos» con Tania: «Yo con mis amigas soy así. La veo como una hermana y ya está. Ella no me ha visto igual, me ha dicho que si tuviera que probar algo lo probaría conmigo pero no tengo la culpa».
A la hora de repasar las imágenes de su paso por la isla, aparece Josué flirteando con Diriany, chupando a Jenny y en el jacuzzi con otra tentadora: «Faltan frases que ha dicho sobre mí. Me ha molestado que te restregues con otras, que regales cosas a chicas y a mí en tu puta vida, que des besos en el cuello y que no me cuentes las conversaciones con Jenny, ¿cuando me estabas conociendo o después?». A lo que él pregunto que todo fue antes de estar con ella. Barneda interrumpió diciendo que a ella le contó que las conversaciones se produjeron cuando estaban juntos: «Pero las tuve cuando estaba soltero», corrigió Josué entre gritos de los dos.
Una vez calmados, Josué le cogió de las manos a Zoe y dijo: «Después de separarnos me di cuenta de que eres la persona que quiero, que necesito en mi vida. No hay tentación que valga, porque me dan igual. Solo pensaba en ti y solo te quiero a ti. A día de hoy eres el amor de mi vida», aseguró mientras ella se derretía. Zoe se sinceraba también: «Lo he pasado muy, muy, muy mal aquí. Me he sentido muy decepcionada por ti pero todo el mundo se puede equivocar. Si salimos de aquí juntos necesito que me respetes y que primero voy yo».
Finalmente, llegó la pregunta de cómo querían salir del reality: «Me la llevo para casa», dijo él cogiéndola en brazos, mientras ella confirmó que era el amor de su vida, a pesar de que nadie confiaba en ellos: «El amor no es solo felicidad, sino también crecer juntos». Se marcharon entre besos y bromas.
Gal·la prefirió no saludar a Nico al verlo y él lo sintió como una falta de respeto. A lo que ella le respondió que la primera falta de respeto fue que no apareciera en la otra hoguera. Él le echó en cara su vida sexual nula, sus «mentiras», no sentir nada por alguien y acostarse con él.
Las imágenes de ella fueron las primeras. Asegurando que ni pensaba en Nico, que era un niño, que el sexo decayó y que quería hacérselo pasar mal. «Lo que más me dolió fue que hablara de mis problemas sexuales con alguien que conoce de una semana», señaló Nico. «Es que no me ponía de la forma que me ponía antes», alegó ella.
Las imágenes de él fueron peor definiéndola como una «mierda», que no «bajaba», que no tenía cosas buenas y que decidía en qué gastar su dinero. Tras ellas, Nico intentó decir algo bueno de ella: «Me has ayudado en la relación, siempre estaré agradecido a ti». Y ella criticó que no fuera capaz de decirlo delante de sus compañeros. Tampoco llegaron a un entendimiento con el tema de su padre y les pusieron más imágenes de Nico con Rosana y Miriam. Tras el intercambio de reproches, Sandra Barneda les pidió que hablaran con el corazón. Gal·la confesó que aún le quería pero que no le reconocía. Él respondió que también pero «no me sale nada bueno de ella».
Finalmente, Gal·la decidió cortar con Nico pero marcharse con Miguel por su «conexión». Y el futbolista optó por irse solo: «Miriam ha sido la chica más especial que he conocido en la villa pero no estoy preparado para seguir conociéndola. Primero tengo que quererme bien a mí mismo y no quiero ser egoísta».
Tras irse Nico de la hoguera, entró Miguel. Ella le explicó que quería irse con él de la mano y el viceversa respondió: «Siento una atracción física brutal, he conectado con ella y me siento feliz. Pero me quiero ir solo porque sería un error irme contigo porque creo que tienes que arreglar muchas cosas. También necesito saber si fuera te echaré de menos o no». Gal·la confesó sentirse mal pero aceptándolo.
Rosario se sentó frente a Barneda dudando sobre lo que sentía por Álvaro: «Me gustaría verle consecuente con lo que ha hecho, que abre su mente y corazón para entenderme y hablar conmigo». Segundos después entró él con un rostro muy serio: «Estoy muy decepcionado, no entiendo por qué el primer día un tío ya te está comiendo el cuello». A lo que ella respondió que el primer día él ya dijo que le había puesto los cuernos por todos lados y que no sabía qué pasaría en la villa.
En las imágenes se puedieron ver sus besos con Suso, comentarios con las compañeras y el sexo con el canario. Álvaro lo definió con «asco» y ella respondió que «no era nada que él no hubiera hecho. He antepuesto lo que quiero, lo que necesito y lo que merezco por primera vez. Me estás echando en cara cosas que tú has hecho igual», zanjó. Él se derrumbó por haberla echado de menos: «Es la persona más importante de mi vida. Eres la más guapa del mundo, es difícil para mí abrirme», confesó.
En lo vídeos se pudo ver a él acostándose con Sabela, discutiendo con su suegra y hasta haciendo un trío. Ahí acabó de alucinar Rosario: «¿Cómo tienes los cojones de decirme a mí lo que he hecho? Eres un sinvergüenza, un rencoroso y un vengativo. Me quedo muerta, era lo último que esperaba ver». A lo que él respondió que no lo había decidido él. Seguidamente, pusieron las imágenes de él echándola de menos y derrumbándose. Ella se giró, le cogió de las manos y se sinceró: «Nos hemos querido muchísimo, hemos luchado, nos queremos mucho pero lo estamos haciendo tan, tan mal que nos lo hemos cargado nosotros solos. El amor no puedo con todo, porque sin respeto ni confianza no hay nada». Él lo aceptó: «Contigo he descubierto el amor y verte así me parte el alma. Si hubiera un botón de reset me iría a casa con ella».
Ambos se abrazaron y se echaron a llorar, ante una Barneda emocionada. Aún así ella concluyó que «sola soy muy feliz, que te quiero y que me iría contigo, me duele mucho pero hay que aprender a decir basta». El sueño de ir juntos a Teruel y París quedó en sus corazones, según dijeron ya rotos. «Te quiero muchísimo pero he aprendido a quererme a mí también», dijo ella. Álvaro respondió: «Me está partiendo todo. No la quiero, la amo. Vas a ser la mujer de mi vida».
Finalmente, él decidió marcharse solo aunque sintiera que «no es un punto y final». Salió de la hoguera. Seguidamente, ella besó el anillo y lo tiró a la hoguera: «Me siento liberada. He conocido a una persona que me está ayudando a ser quien quiero ser, me hace feliz, me siento cómoda. Me quiero ir con Suso». Él entró y se unió a tal deseo: «No puedo irme sin ella», dijo y se marcharon de la mano.
Alejandro, nada más sentarse ante la hoguera comentaba: «Para mí Tania es la mujer de mi vida. Espero que no haya tenido la última cita con Stiven porque sería faltarme al respeto después de pasarlo tan mal» adelantó. Ella llegó, se abrazaron y se besaron. Le preguntó si había tenido la cita 24 horas y cuando ella afirmó, él mintió: «Yo también la he tenido y se me ha ido de las manos. He dormido con ella».
Al sentarse, Tania respondió: «En todo momento lo he elegido a él, en ningún momento mi relación ha peligrado por Stiven», dijo Tania y se giró para hablar con Alejandro: «Te has equivocado por completo porque te has preocupado de que me enamore de otro hombre cuando eras tú el que lo has estropeado. Has hablado mal de mí y me has faltado al respeto». Pero él continuó: «¿Tú eres lesbiana, bisexual o algo de eso?» y ella respondió que «las chicas no me gustan pero si en algún momento de mi vida me apetece, lo haré». Algo que descolocó al modelo: «¿Qué Tania eres tú, illa?».
Seguidamente mostraron las imágenes de Tania con Stiven, bailando, abrazándose, en la piscina, chupándole la cara... y él enfureció «decepcionado» por vídeos que no había visto.Ella explicó que sí sentía atracción física por él pero que era un juego. Él sintió «bochorno y hacerle daño», además de faltarle al respeto. Pero ella dijo que nunca había querido hacerle daño, que sí quiso besar al tentador pero lo que siente por su pareja está por encima. «Tú has sentido besar a ese chico, no eres el amor de mi vida, ni te quieres casar conmigo. Fin», zanjó Alejandro.
También pusieron vídeos de él hablando mal de ella, diciendo que es «una cría, pone cara de morbosa porque la pone cuando está conmigo en la cama. Esa puta cara que ha puesto la pone conmigo en la cama. Como yo no la va a follar nadie. Follando se lo digo tó...» Sobre lo que ella comentó que no le reconocía, que no puede hablar de ella así: «No me dejes como si fuera una mujer que no vale nada. No confías en mí, no me das el voto de confianza, te adelantas». Y confesó: «Desde la primera hoguera, en la que escuché que decías que era una puta cría mil veces, algo dentro de mí se rompió».
Se giró, le miró y se sinceró: «Cuando llegué tenía muy claro que quería estar contigo. Sabía que aunque sintiera conexión con alguien nada iba a superar lo que sentía por ti. Pero para mí el respeto es fundamental y no me lo tienes. Jamás pensé que pudieras hablar así de mí, eras la última persona que imaginé que pudiera hablar así de mí», se echó a llorar. «Lo peor es que no me lo puedo sacar de la mente. Te amo pero ¿cómo puedo amarte si me has tratado así? A mí no me sale hablar mal de ti». Alejandro se rompió y, sin poder levantar la mirada del suelo, habló: «Joder, joder. Veo que no puedo solucionar nada. Te amo con toda mi alma. Yo tampoco puedo estar con alguien así, he visto cosas que me han dolido mucho. No he hablado mal de ti, he hablado de cosas que he visto», alegó.
Al llegar el momento de decidir, Barneda les preguntó cómo querían abandonar la isla. Alejandro respondió que su corazón «es de ella y se quería marchar con ella. Por favor, vente conmigo, por favor, te lo suplico». Tania también contestó: «Tengo que ser sincera conmigo y necesito irme sola. Que me vaya contigo o sola no cambia nada. Respeta mi decisión».
Él salió corriendo y suplicando: «El amor de mi vida, por favor, te lo suplico». Ella se sentó junto a él e intentó hacerle entender su decisión pero él no pudo levantarse. Al marcharse ella, él le negó un último abrazo, y se sentó para hablar por última vez con Barneda: «Tengo roto el corazón», sentenció.
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