Joaquín Sánchez y su mujer, Susana Saborido, reaparecen en público cabizbajos

El exfutbolista Joaquín Sánchez y su mujer, Susana Saborido, han vivido, durante las últimas semanas, envueltos en rumores de crisis y, sobre todo, tras la filtración de unos mensajes íntimos que el exjugador del Betis se habría intercambiado con la examiga de Iker Casillas, Claudia Bavel.

Fue en el programa 'Ni que fuéramos' en el que revelaron una serie de mensajes privados en los que Joaquín le habría sugerido a la modelo de OnlyFans, verse en Barcelona durante un viaje de trabajo, más concretamente le ofrece tomarse una copa en el hotel Colonial de la ciudad condal. Sin embargo, este encuentro nunca llegó a concretarse.

Ante estas revelaciones, la modelo emitió un comunicado en el que arremete duramente contra sus detractores. «Sí, compartí chats con amigas que yo creía amigas. Amigas que han comido en mi mesa, luego se han ido a la televisión y ahora se han dedicado a enviar mis chats a TV», confesó y agregó: «Juzgáis si yo contesto a estas personas para quedar y hacer 'fotos robadas', pero no se habla de que estas personas son quienes contactan conmigo (incluso teniendo o no pareja). De verdad, increíble que aún se centre todo en que si yo quiero fama por estas personas».

A esto se le sumó que José Manuel Saborido, hermano de Susana y por lo tanto cuñado de Joaquín, se sentó en el plató de 'De Viernes' para destapar la imagen de 'matrimonio perfecto' de la pareja, después de casi dos décadas de amor conyugal. «Mi hermana prefiere el dinero a un matrimonio feliz», comenzó diciendo frente a la sorprendida mirada de los colaboradores allí presentes. «No es la primera vez y ella es consciente, ella lo sabe todo. He sido testigo de muchas infidelidades, es cosa de mi hermana que lo consiente o no lo consienta. Ella le pilló varias infidelidades en el ordenador. Infidelidades ha habido cuarenta mil y mi hermana mira para otro lado», añadió.

Dos semanas después, en la que apenas se han tenido noticias de la pareja, el exfutbolista y su mujer han reaparecido a las puertas de su casa intentando retomar poco a poco la normalidad. Allí les esperaba una reportera de Europa Press que le preguntó sobre las declaraciones de su cuñado en televisión. El futbolista, sin bajar la ventanilla del coche, se limitó a saludar a la reportera con un rápido gesto de mano. Del mismo modo, minutos más tarde Susana se montó en el asiento del copiloto evitando cruzar la mirada con la cámara de televisión.

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