Javier, séptimo aprendiz expulsado de 'Maestros de la costura 4'

La primera propuesta de la noche consistía en diseñar un traje de baño. Además, para añadir dificultad a la prueba, los concurtantes tuvieron unos 'regalos' envenenados, que incluían desde no trabajar durante diez minutos hasta incluso empezar de cero. Mily y Ancor fueron los mejor valorados, al presentar un triquini quedaba un toque 'recatadito, sexy y sofisticado' y un traje de baño entero inspirado en los años 50, con costuras 'perfectas', respectivamente. Por contra, Yelimar, Gabriel, Lluís y Laura se ganaron las reprimendas de los jueces. Gabriel quedó en el último puesto y Mily obtuvo la inmunidad.

Para la prueba grupal, los aprendices se trasladaron a la Gran Vía de Madrid, a la sede de Ecoalf, donde confeccionaron una réplica de las prendas elaboradas con material sostenible de la firma. La dificultad añadida, en esta ocasión, se priodujo a mitad del reto: escalar las tallas y elaborar prendas de tamaño S, M y L. La prueba se la llevó el equipo de Ancor, Yelimar y Gabriel, mientras que Lluís, al capitanear ambos equipos, tuvo que enfrentarse a la prueba de expulsión con el resto de aprendices en la cuerda floja.

Javier, Mily, Lluís y Laura se enfrentaron a la prueba de eliminación. Deberían reciclar un vestido de novia para convertirlo en una prenda distinta de uso diario. Tras la prueba, el jurado alabó la confección de Lluís, mientras que Laura tuvo una valoración sin altibajos, el resultado de Mily fue tachado de 'demasiado conservador' y Javier fue duramente criticado por dejar las costuras rotas, lo que provocó la expulsión del valenciano. «Tengo muy claro que esto tiene un principio y tendría un final y me voy contentísimo», declaró el aprendiz, entusiasmado por haber alcanzado «la sexta semana, lo que ha superado completamente mis expectativas». «Ha sido un honor, una experiencia inolvidable», manifestó Javier, en el taller, momento en el que los jueces alabaron su buena actitud a la hora de encajar las críticas. «Me voy lleno de amor por todo lo que he recibido. Qué bonito ha sido», concluyó el aprendiz.