El Norte
Martes, 10 de octubre 2023, 17:40
Jacobo Ostos se ha lanzado a contar su versión sobre el enfrentamiento que están protagonizando su madre, Mari Ángeles Grajal y sus hermanos, Gabriela y Jaime, en el programa de Sonsoles Ónega. «Se tendría que hablar de lo que hizo mi padre, no de la ... situación familiar», reconocía apenado el hijo del diestro al comienzo de la entrevista.
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Posicionandose claramente con su madre, Jacobo ha querido dejar claro que la relación con sus hermanos no era idílica antes de fallecer su padre: «Cuando el dinero está en juego a la gente se le quita la careta» y añadía: «Esta historia viene de hace muchos años, ha habido una persona que ha intentando arreglar una familia y esa ha sido mi madre».
Jacobo quiere que todo el mundo conozca la verdad de lo sucedido en el momento del fallecimiento de Jaime: «A mi padre se le incineró en Colombia por protocolo Covid. Yo me hago cargo del coste de la incineración y de la repatriación. Jaime estaba a dos horas de Bogotá, primero dice que va, luego que no... el caso es que al final ni va a Bogotá ni viene a España a los funerales». En cuanto a la venta de la casa y todas las cosas de valor que había dentro, Jacobo explica que las puertas de su casa siempre han estado abiertas para sus hermanos: «Desde el minuto uno que fallece mi padre se les dice que pueden venir a casa para lo que quieran, tengo audios que lo demuestran. No han venido hasta julio de este año, un año y siete meses después. Mi hermana llega con una amiga y un camión y se lleva lo que quiere».
Cansado de todas las acusaciones que se están haciendo hacia su madre, Jacobo defiende que sus padres se casaron por amor y no por el dinero: «Mi padre era rico cuando se casó con Consuelo Alcalá y para evitar problemas cuando se separó dijo que se lo quedaran todo. Mi padre se casó con mi madre enamorados, pero la que ponía la pasta era la doctora Grajal». Con muchas ganas de aclarar cuál era la situación civil de sus padres en el momento del fallecimiento, Jacobo sentencia: «Mi padre está registrado como fallecido y mi madre es su viuda».
Ante esta nueva polémica, la propia Mari Ángeles Grajal ha dado su versión de los hechos a través de una llamada teléfónica en la que ha explicado: «Nos casamos el 14 de agosto de 1992 en El Escorial por segunda vez», un matrimonio que según la colaboradora Pilar Vidal «no está registrado en el ministerio de justicia».
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