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Pilar Vidal
Madrid
Viernes, 17 de julio 2020
Hay pocos destilados más británicos que la ginebra. Y dicen los conocedores de los secretos de palacio que nunca falta en el mueble bar de la realeza inglesa, aunque algunos miembros de la 'royal family' sean prácticamente abstemios. Pero además del imaginario colectivo británico ... y de los combinados reales, desde hace unos días, la ginebra también forma parte de la lista de productos que pueden adquirirse en la tienda oficial de la monarquía inglesa. Y es que su graciosa majestad ha permitido que se comercialice la ginebra que nace directamente de Buckingham Palace.
La ginebra está a la venta desde esta semana en la web de The Royal Collection y, según aseguran en la descripción del producto que hicieron en su lanzamiento, tiene notas herbales y cítricas de cerca de doce extractos naturales recogidos de los mismísimos jardines de palacio, un espacio de cerca de 16 hectáreas que, aseguran, son el hábitat natural de 30 especies de pájaros y otras cerca de 250 de plantas silvestres.
La ginebra de Buckingham ha salido a la venta por 40 libras -unos 44 euros- y ha tenido tan buena acogida que en tan solo unas horas ya se había agotado la primera remesa. Sólo se vende a mayores de edad que vivan en Reino Unido, porque solo envían a direcciones nacionales, Sin embargo, no llegará al domicilio del comprador hasta el mes de octubre.
La ginebra forma parte de las bebidas favoritas de su majestad. Según contaba el periodista Andrew Alderson del 'Daily Telegraph' hace unos años después de pasar un par de semanas en palacio, la reina toma todos los días un dubonnet, que es un cóctel del que también gustaba la reina madre.
En el caso de Isabel II tiene que ser servido con una parte de ginebra, dos de dubonnet, dos cubitos de hielo y una rodaja de limón. Pero no es el único uso que tiene este destilado en la casa real, ya que, tal y como contaba Angela Kelly, modista de la reina, es su libro 'The Other Side of the Coin' (El otro lado de la corona), de vez en cuando la utilizaba para dar lustre a las joyas. «Un poco de ginebra y agua son muy útiles para dar un brillo extra a los diamantes, pero ¡no se lo digáis al joyero!», escribía.
Según el experto en la casa real Phil Dampier, a la reina le está pasando factura el confinamiento. «Se siente extremadamente infeliz por esta situación, aunque obviamente no tiene otra alternativa». La reina es consciente de que para ser considerada una figura relevante y fuerte, la visibilidad es fundamental. Dampier cree que la reina no considera que permanecer aislada y escondida sea bueno para su imagen.
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