Los hijos de la Princesa Carolina, acusados de corrupción y conflicto de intereses

El Principado de Mónaco no está atravesando por su mejor momento desde que saliera a la luz el escándalo que envuelve a los hijos de la Princesa Carolina. Anteriormente, los hermanos Andrea y Pierre Casiraghi ya habían tenido algún problema con la justicia relacionado con la construcción de un rascacielos con apartamentos de lujo. Una construcción que se llevó a cabo con el permiso de su tío, el Príncipe Alberto, pero que quitaba las vistas de los edificios de su alrededor. No obstante, el problema vino cuando recibieron una demanda y no consiguieron llegar a un acuerdo, según indicó el medio Bunte.

Ahora, los hermanos Casiraghi han sido acusados de corrupción y conflictos de intereses. De hecho, Andrea y Pierre Casiraghi están siendo investigados por haber estado eludiendo supuestamente las normas de licitación. Un nuevo escándalo que llega a Mónaco y del que se está hablando mucho después de que se haya iniciado una investigación penal contra ellos, tal y como recoge el portal Bekia.

El caso ha recaído sobre Ludovic Leclerc, un juez especializado en delitos financieros que comenzó la investigación en 2009, pero que unos años más tarde la ha retomado para seguir analizando la situación. El problema de los contratos le llega a Pierre Casiraghi después de que se convirtiera en el propietario del grupo Enego, perteneciente a su padre, Stefano Casiraghi. Su hermano, Andrea Casiraghi se incorporó también a la empresa y los dos construyeron un club náutico en Mónaco. Aparte, los hermanos consiguieron lucrativos contratos gubernamentales como aparcamientos o una residencia de ancianos.

No obstante, los hermanos Casiraghi han negado rotundamente que las empresas hayan incumplido las normas de licitación pública y han asegurado que no hay corrupción. De hecho, aseguraron al medio Bloomberg Businessweek que sus empresas se han llevado a cabo «con integridad y en estricto cumplimiento de todas las normas y reglamentos oficiales». Lo mismo que dijo su tío, el Príncipe Alberto que asegura cumplir con todas las normas de licitación pública en las empresas que operan en Mónaco.