La hermana de Blanca Fernández Ochoa habla de la muerte de la medallista olímpica

El 4 de agosto de 2019, Blanca Fernández Ochoa fue sin vida más de una semana después de que se produjera su desaparición. Un agente de la Guardia Civil encontró el cuerpo de una mujer sin identificar en la zona de Collado del Rey y poco después se confirmó que correspondía a la exesquiadora. La medallista olímpica, de 56 años de edad, fue vista por última vez el 24 de agosto en la localidad madrileña de Aravaca. Cinco días después su familia, a través de su hija Olivia Fresneda, denunció su desaparición y desde entonces los trabajos de búsqueda se intensificaron. El cadáver de Blanca Fernández Ochoa apareció en Collado del Rey, una zona próxima al Pico de La Peñota, en Cercedilla.

La autopsia desveló que tenía restos de pastillas en el estómago, por lo que los forenses dictaminaron que la muerte no fue accidental, que no se produjo por una caída porque el cuerpo no tenía golpes ni heridas. Además, Blanca llevaba todas las medicinas que tomaba para tratar su depresión. Al parecer, la muerte de su hermano Paco tres años antes la sumió en un profundo dolor del que nunca llegó a recuperarse.

A raíz de este trágico suceso, su hermana Lola se dedicó en cuerpo y alma a cuidar la salud mental de los deportistas. «Ella decidió suicidarse, y al principio fue tremendo y me dio vergüenza porque éramos una familia tan unida...», ha confesado la líder de la Fundación Blanca y Renfe durante su última conferencia. «El problema que tuvo mi hermana es que le daba vergüenza reconocer que tenía un problema de salud mental», ha afirmado. «Yo muchas veces se lo dije, 'Blanca, vamos a pedir ayuda', y ella me decía que no, que le daba vergüenza. Se sentía como pequeñita», ha especificado.

«En este país enterramos muy bien, cuando están en activo los deportistas, todo el mundo se hace fotos con ellos. Y una vez que se acaban los focos es muy difícil porque no se les ayuda nada», se ha lamentado Lola durante su charla. «Es un drama del que me sigue costando mucho hablar, de la salud de mi hermana y de cómo acabó su final y su suicidio», ha admitido. Ahora, de lo que más se arrepiente es de no haber insistido más a su hermana para buscar ayuda que solucionase su problema: «Yo respeté su decisión, y es de lo único de lo que me arrepiento ahora, de no haberla llevado de las orejas», ha dicho emocionada.