La herencia de Lina Morgan sigue desatando la polémica siete años después de su muerte
Olga y Estefanía, las dos sobrinas de la artista, viven en la marginalidad
el norte
Martes, 6 de septiembre 2022, 12:29
Algo más de siete años han pasado desde el fallecimiento Lina Morgan y desde ese momento, el 19 de junio de 2015, comenzaba la historia de su legado. A lo largo de su vida, la popular artista hizo seis testamentos. El último, en 2013, en el mismo había cambios significativos plasmados en dos cláusulas: «Lega a Don Abelardo González Álvarez la mitad de su herencia, que le será satisfecha en metálico e instituye y nombra como único y universal heredero de todos sus bienes, derechos, créditos y acciones a Don Daniel Pontes de Dios», quien trabajó al servicio de Lina como chófer. También su esposa ejercía como doméstica en casa de la actriz. Aseguran que Daniel jugó un papel esencial durante la enfermedad y posterior fallecimiento de José Luis, hermano de la cómica.
No obstante, este punto se contradice con la versión aportada por Ángel Gutiérrez, administrador de Morgan, que explicó que fue él quien estuvo en el tanatorio y entierro de José Luis dado que Lina no quiso aparecer para dar el último adiós a su hermano. Estaban distanciados desde que él cayera enfermo y le aterraba que se filtraran detalles de su intimidad. No sería hasta dos meses después que se conocería públicamente la muerte de su deceso.
Mientras que Daniel Pontes afirma que Lina Morgan solo dejó una herencia de dos millones de euros y un piso, Ángel Gutiérrez asegura que, en el año 2006, en las cuentas de la actriz había una cifra de quinientos millones de pesetas. El ex administrador reitera que conoce esa información ya que el asesor de la cómica le proporcionaba la documentación dado el cargo que ocupaba en la empresa. La relación entre Ángel y Lina acabó mal.
A partir de ese momento, «Daniel Pontes tuvo vía libre. Él único que podía pararlo era yo y consiguió quitarme de en medio», expresó el administrador. En la actualidad, Pontes asegura que vive sin lujos en su casa de siempre y que un 70% de la herencia fue a parar a Hacienda. Obvia el dinero en metálico que a Lina le gustaba tener en casa. Poco antes de fallecer su hermano, la actriz envió a Ángel Gutiérrez a la casa de José Luis a recoger unas bolsas que el ex administrador asegura estaban llenas de billetes. También estaban las joyas, gran parte de ellas se guardaban en una caja fuerte que la cómica tenía en su domicilio. Se trataba de un piso amplio, impecable, en el que no recibían visitas.
Sobrinas marginadas
Lina Morgan procedía de una familia humilde. La artista lo pasó bastante mal hasta que comenzó a triunfar. Ella no era muy dada a mantener contacto con su familia, tan solo visitaba con frecuencia a sus padres, desviviéndose en atenciones hacia ellos.
Entre sus familiares, destaca una desgarradora historia de dos de sus sobrinas nietas, Olga y Estefanía Ruiz. Con ellas, Lina Morgan tuvo alguna relación durante la infancia, aunque cuando los problemas comenzaron a surgir, la artista les cerró la puerta, incluso llegó a prohibir que las dejaran entrar en el teatro. La marginalidad fue la compañera de juegos de estas dos jóvenes que sufrieron abusos físicos y psicológicos. El golpe de gracia que les dio su madre fue sumergirlas en el mundo de la prostitución cuando tenían quince años, aunque el enganche a las drogas había empezado mucho antes.
En un momento de lucidez, Estefanía aviso a los servicios sociales para que fueran a buscar a su hermano menor. Llevaba camino de sufrir lo mismo que ella y Olga eso no iba a permitirlo. Ya en su madurez, ni Olga ni Estefanía han conseguido abandonar el lado oscuro.
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