'Gluteus'

Estoy empezando a pensar que debería dedicarme a las artes adivinatorias. Y poner un consultorio. Incluso puede que me forre. ¿Acaso alguno de los videntes famosos ha dado más en el clavo de lo que hubiera acertado a dar un chimpancé con un palo y los ojos vendados? Mucho me temo que no. Algunos adivinaron algo y luego vivieron del cuento.

Pero, claro, también sonó la flauta una vez... Y en mi caso esa primera vez ya ha llegado. Hace unas semanas pronostiqué que el galopante exhibicionismo de Cristina Pedroche en Nochevieja acabaría obligándola a presentar las campanadas tras una máquina de rayos X. Pues bien, no ha hecho falta esperar a las campanadas. La radiografía ya ha llegado.

Solo hay un pequeño matiz. Que no es Pedroche, sino Dabiz Muñoz, su marido, el que ha subido a las redes un negativo de su coqueto trasero. Está claro que como vidente arrastro un déficit... Todavía no me han graduado bien las gafas de ver el futuro. Tendré que advertir a mis virtuales clientes que cuando les diga que el Gordo va a acabar en 95 mejor jueguen al 59. Varios años de sufrimiento lumbar y unas cuantas maratones ha tardado el famoso chef en encontrar la excusa perfecta para cumplir un sueño largamente acariciado, el de publicar un desnudo integral y radical de su salerosa y respingona retaguardia. Tan radical que se le ven hasta los huesos. Pero no solo... Porque en esa radiografía de última generación hay bastante más carne que en la famosa 'Pata de codorniz en escabeche de plancton y su jugo' que se sirve en el Diverxo.

La disculpa que ha encontrado Dabiz para airear tan fotogénica placa (con toda su chicha y su tuétano) es la de hacer partícipes a sus seguidores de un «brutal» descubrimiento: padece una dismetría que le desnivela la cadera y le provoca «dolores varios». Muñoz, que ya ha comenzado la rehabilitación y espera no tener que recurrir a una prótesis, ya había posado en las redes travestido con los atuendos más atrevidos de su mujer. Ahora da un paso más y exhibe su pelvis, su fémur, su articulación sacroilíaca, sus 'gluteus maximus', los 'medius' y hasta los 'minimus'... Solo le ha faltado firmar la radiografía con un: ¡Supera esto, Pedroche!