Empeora el estado de salud de Mila Ximénez
La colaboradora de 'Sálvame' acudió al plató de Telecinco sin peinarse porque «no me puedo pasar ni cepillo ni peine porque tengo el pelo muy debilitado y se me puede caer... solo puedo peinarme con los dedos»
el norte
Miércoles, 3 de marzo 2021
Hace poco más de una semana, Mila Ximénez, de 68 años, de edad, reapareció hace escasamente una semana en sus redes sociales para dejar el siguiente mensaje: «La misma de siempre aunque ya no la de antes», escribió en su perfil de Instagram. Una frase con la que quiso expresar que, aunque el cáncer de pulmón la hubiese cambiado en cierto modo, sigue siendo la misma: una mujer fuerte que está luchando contra la enfermedad.
El martes, 2 de febrero, acudía al programa 'Sálvame' que, en esta ocasión, era presentado por Kiko Hernández quien ha sido el encargado de anunciar que su compañera y amiga volverá, después de meses alejada de la pequeña pantalla, a ocupar su silla como colaboradora.
Mila ha parecido visitiendo una sudadera y haciéndose pasar por una informadora protegida. Tras quitársela, ha saludado feliz al resto de sus compañeros y ha comentado cómo se encuentra. «Estoy feliz porque estar aquí significa que estoy bien, o mejor... porque he estado un mes en la cama y muy preocupada». También ha aprovechado para pedir a sus colegas de profesión que no la acosasen por la calle. «Os pido que cuando voy a darme la quimio tengáis un poco de respeto. Son muchas sesiones y os tengo todos los días en la puerta de casa y siguiéndome. Paso seis horas en el hospital y cuando salgo estoy mal, estoy cansada y si pudierais evitarlo, lo agradecería», ha confesado.
También ha avisado que no llega peinada al plató porque «no me puedo pasar ni cepillo ni peine porque tengo el pelo muy debilitado y se me puede caer... solo puedo peinarme con los dedos». Sobre su estado de salud actual, asegura que «he pasado un mes horrible, que no se lo deseo a nadie. Esto no es vida. Yo tengo fuerzas pero ahora no puedo, me cuesta hasta levantarme», y ha dicho que «si me dicen que ya no voy a poder curarme, dejaría la quimio y la medicación y todo... me compraría una casa en el campo y me quedaría ahí disfrutando de lo que me quedase», aunque «muchos de mi familia no lo entienden y se enfadan cuando digo esto».
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