Borrar
Foto de la Boda Real. EFE
Detalles de la boda de los Reyes Felipe y Letizia, 20 años después

Detalles de la boda de los Reyes Felipe y Letizia, 20 años después

Al enlace acudieron más de 1000 invitados, celebrándose bajo amenazas de seguridad y bajo un gran diluvio que cayó sobre Madrid

El Norte

Jueves, 23 de mayo 2024, 12:03

El 22 de mayo de 2004 se daban el 'Sí, quiero' los ahora Reyes Felipe y Letizia. Un enlace que estuvo precedido de un terrible suceso, el atentado terrorista más cruel que había sufrido Madrid, el conocido como el 11-M. Para la boda real, España había suspendido el Acuerdo de Schengen que permite la libre circulación y se desplegaron unos 20.000 agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Además, hubo alerta terrorista que amenazó la boda real y de la que el CNI informó al Rey Juan Carlos. Don Felipe no lo supo para que pudiera disfrutar de su boda, como finalmente pudo hacer. Afortunadamente, no pasó nada, y el mayor inconveniente fue la intensa lluvia caída sobre Madrid que deslució la boda de Don Felipe y de Doña Letizia, la primera asturiana que se convertía en Princesa de Asturias. Unos detalles y anécdotas que ha recopilado el portal Bekia, en el 20 aniversario del enlace.

Una sola tiara

El protocolo en el enlace apostó por los sombreros, mantillas o pamelas. Rania de Jordania lo rompió doblemente al ir de largo en una boda de día, y al no ponerse nada en la cabeza. La que sí llevó tiara fue la novia, la Tiara Prusiana. Una joya en platino, diamantes y con un brillante en el centro que el Kaiser Guillermo II de Prusia regaló a su hija Victoria Luisa para su boda con Ernesto Augusto III de Hannover. Victoria Luisa de Prusia se la regaló a su hija Federica con motivo de su boda con Pablo de Grecia, y después, la Reina Federica se la entregó a su hija Sofía para su enlace con el Rey Juan Carlos en 1962. Así, para la boda de Don Felipe y Doña Letizia, la Reina Sofía aconsejó a la novia llevar la Tiara Prusiana, y ella aceptó.

En cuanto a su vestido, fue diseñado por Manuel Pertegaz. Estaba hecho de seda valenciana con hilo de seda y plata de Terrassa, era una pieza valorada en 45.000 euros por la que el diseñador cobró 6000 de forma simbólica, pero no terminó de encajar. Había demasiada tela, pesaba mucho, el cuello falló y Doña Letizia no terminaba de mostrarse cómoda.

El manto nupcial de tres metros de largo por dos de ancho en su base era de tul de seda natural con bordado mezclando espigas y la flor de lis. Fue un regalo del novio a la novia. El pañuelo se realizó en algodón con bordados a mano de flores de lis, lirios y espigas rodeando las armas del Príncipe de Asturias. El abanico era de La Chata y fue restaurado por Patrimonio Nacional. Finalmente, los zapatos los diseñó para la boda Pura López.

La lluvia aparece

Si en la cena previa a la boda celebrada la noche anterior en el Palacio Real de El Pardo hubo lluvia, hubo más todavía el día de la boda. Los invitados, que comenzaron a llegar a las 09:30 horas, tuvieron más suerte y no se mojaron a su llegada a La Almudena. Igual ocurrió, con el cortejo real compuesto por el Infante Carlos y Ana de Francia, la Infanta Margarita y Carlos Zurita, la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, la Infanta Elena y Jaime de Marichalar, el Rey Juan Carlos y la Infanta Pilar y finalmente la Reina Sofía y Don Felipe. Sin embargo, cuando paseaban ya los últimos, Doña Sofía pidió un paraguas para no mojarse.

El plan era que Doña Letizia saldría del Palacio Real acompañada por sus damas de honor, Ana Codorniu Álvarez de Toledo y Claudia González Ortiz, esta prima hermana paterna de la novia, y por los pajes, Froilán y Victoria Federica, Juan, Pablo y Miguel Urdangarin y Carla Vigo. Sin embargo, el cielo descargó agua con gran virulencia y se tuvo que tirar de la otra opción que ya se barajaba, porque las previsiones daban mucha agua.

La novia tuvo que recorrer la escasa distancia entre el Palacio Real y La Almudena en un Rolls-Royce en el que viajó junto a su padre, Jesús Ortiz, con el que entró en la Catedral mientras sonaba al órgano del Opues 7 nº3 en si bemol de Haendel. La lluvia siguió cayendo con intensidad, encharcando las alfombras y desluciendo una jornada que dejó una vista de Madrid muy gris.

La lluvia dio un respiro durante el recorrido en Rolls por Madrid. La parada incluyó una parada en la Basílica de Nuestra Señora de Atocha, donde se realizó una oración a la Virgen y Doña Letizia depositó su ramo como ofrenda floral.

El bouquet estaba realizado en forma de cascada y se compuso de lirios, como emblema de los Borbones, rosas por ser la flor de mayo y flor azahar, como homenaje a la Condesa de Barcelona y a Doña María de las Mercedes de Orleans, primera esposa de Alfonso XII. También se incluyó flor de manzano como homenaje a Asturias y que también es atributo de Nuestra Señora de Atocha, y espigas de trigo como símbolo de fecundidad, esperanza y alegría. Además, las espigas de trigo son atributo de La Almudena, de San Isidro Labrador y de la diosa Cibeles.

La patada de Froilán

La ceremonia litúrgica fue larga, muy larga, y poco emotiva. No hubo un 'sí, quiero' y se apostó por otra fórmula que utilizan también muchas parejas. Don Felipe miró a su padre para obtener su permiso, como había hecho 6 años y medio antes la Infanta Cristina, mientras que la Infanta Elena olvidó hacerlo.

Froilán daba una patada a Victoria López-Quesada de Bórbón-Dos Sicilia. RTVE

Tras el asentimiento del Rey Juan Carlos, el novio pronunció: «Yo, Felipe, te recibo a ti, Letizia, como esposa, y me entrego a ti y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad todos los días de mi vida». Posteriormente, la novia repitió la misma fórmula. Eran las 11:45 horas del 22 de mayo de 2004 y Don Felipe y Doña Letizia ya estaban casados.

Como punto cómico, ahí estuvo Froilán. El hijo de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar fue pillado por la retransmisión de RTVE cuando daba una patada a otra de las pajes, Victoria López-Quesada de Bórbón-Dos Sicilias, su prima tercera.

El menú

En la boda de Don Felipe y Letizia, celebrada en el Palacio Real, los más de 1000 invitados disfrutaron de un rápido cóctel con 17 aperitivos, donde destacaron el jamón de Jabugo, queso manchego, patatas rellenas de changurro, croquetas, tartaletas de esqueixadas, canapés de Gamonedo y La Peral con manzana, tostas de champiñones, puntas de espárragos verdes fríos o vieiras fritas empanadas.

El restaurante Jockey sirvió posteriormente tartaleta hojaldrada con frutos del mar sobre fondo de verduras y capón asado al tomillo con frutos secos. El banquete fue regado con Imperial Gran Reserva 1994 como tinto, y Terras Gaudas como blanco, además de cava para el brindis.

La tarta, obra de Paco Torreblanca, medía 2 metros de alto y pesaba 150 kilos. Estaba dividida en 5 pisos y se llamó Gianduja Real. Estaba hecha de chocolate negro, chocolate con leche, avellanas, un bizcocho de aceite de oliva y fue decorada con frutas naturales, en concreto con uvas, frambuesas, moras, fresas

Se supo posteriormente que hubo un problema con la tarta porque a Felipe VI le gusta el chocolate amargo y Torreblanca lo colocó como ingrediente principal. Sin embargo, a Doña Letizia no le gusta tan intenso, así que el chef introdujo el chocolate con leche y las avellanas para suavizar el sabor de la tarta, y todos quedaron conformes.

Ernesto de Hannover

Ernesto de Hannover no pasó de largo por la boda. Acudió como primo hermano de la madre del novio y como jefe de la dinastía principesca alemana junto a Carolina de Mónaco. Ambos fueron juntos a la cena previa a la boda, pero el Príncipe de Hannover alargó tanto la noche que al día siguiente no estaba en condiciones para el madrugón de la boda religiosa.

Recordada es la llegada de la Princesa de Hannover muy bien vestida de azul, pero no demasiado bien peinada y con cara de no haber tenido su mejor día. La discusión entre el matrimonio tuvo que ser intensa, pero Ernesto de Hannover se quedó durmiendo y fue ya al banquete.

Carlos III, entonces Príncipe de Gales y primo segundo de la madre del novio, estuvo en La Almudena puntual, pero el banquete comenzó tarde y se alargó demasiado para el Príncipe Carlos, que se marchó antes de tiempo. De todos modos, tampoco se alargó mucho más la cosa porque tras el banquete no hubo ni fiesta, ni baile. Los que se quedaron más tiempo disfrutaron de vino, whisky y café en varios puntos del Palacio Real, pero ya de forma más tranquila.

Los baños

La ceremonia en sí duró como hora y media, más el tiempo que había que estar antes, por lo que lógicamente la gente necesitaba ir al baño. Una de las anécdotas que se contaron fue que el entonces Presidente de Colombia, Álvaro Uribe, se coló, dejando a Magdalena de Suecia enfadada porque ella estaba antes. Más curioso resultó otro episodio contado por Revilla. El que fuera Presidente de Cantabria tiene problemas de próstata y no puede aguantar demasiado, así que cuando vio que estaba abierto uno de los pocos baños habilitados, se lanzó a él. Lo que no esperaba era encontrarse allí, sentado en el trono, a nada más y nada menos que a Harald de Noruega.

Pelea entre italianos

Los Reyes Juan Carlos y Sofía organizaron, además, una cena en La Zarzuela más íntima. A ella invitaron a los primos Víctor Manuel de Saboya y Amadeo de Saboya, ambos pretendientes al trono de Italia, peleados y enfrentados. En La Almudena y el Palacio Real les sentaron lejos y no pasó nada, peor en el Palacio de La Zarzuela sí interactuaron y hubo enfrentamiento.

Cuando se marchaba Amadeo de Saboya-Aosta, pensaron que podría despedirse de su primo, le tocó el hombre y le dijo adiós. Vittorio Emanuele, que había bebido demasiado, se lo tomó mal, se enfadó, le insultó y le dio dos puñetazos. Alarmada, Ana María de Grecia ayudó al agredido, que prefirió no responder a su rival. Olghina di Robilant, antiguo amor del Rey Juan Carlos e invitada a la cena, lo contó en La Repubblica, y dijo además que el entonces Rey de España se enfadó tanto al saberlo que se acercó a Vittorio Emanuele de Saboya y le dijo: «Nunca más».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Detalles de la boda de los Reyes Felipe y Letizia, 20 años después