Daryl Hannah. REUTERS

Daryl Hannah ocultó un gran secreto para poder convertirse en actriz

De niña fue diagnosticada con autismo severo, lo que le impidió tener una infancia normal

el norte

Lunes, 22 de agosto 2022, 10:31

La actriz Daryl Hannah comenzó su andadura como actriz en Hollywood en los años 80, como otras muchas jóvenes estrellas televisivas y cinematográficas. Con una cabellera rubio platino y profundos ojos azules se convirtió en un diamante en bruto para productores y directores. Su protagónismo en la película 'Splash' junto a Tom Hanks interpretando a una sirena del siglo XX la lanzó a la fama internacional en 1984. Pero mientras todo eran alabanzas, ella vivía en silencio un problema de salud que no llegó a contar, porque creía que si lo contaba su sueño de ser actriz se esfumaría. Muchos años después, con su carrera ya consolidada, confesó el secreto que guardaba desde la infancia y que ocultó para poder ser actriz.

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Daryl reunía todos los requisitos para convertirse en lo que fue, una de las actrices más cotizadas, deseadas y venerada en la meca del cine. Alta, guapa, misteriosa y con mucho encanto, llamaba la atención por su apariencia física para después convencer con sus interpretaciones, demostrando que era algo más que una rubia atractiva. Hizo sus pinitos en títulos como 'The fury' o 'Blade Runner', pero no fue hasta su papel de sirena que dio el salto a la fama y su vida cambió para siempre. Pero detrás de ese glamour había una joven aterrada que sufría un importante trastorno.

Lo ocultó, más que para ser famosa, para seguir actuando, sin imaginar que sus cualidades artísticas la llevarían tan alto. Años después Daryl confesó la razón de su angustia. De niña fue diagnosticada con autismo severo, una afección que impidió que su infancia fuera normal. «Mi timidez se acrecentó debido a mi condición. Llegaba de la escuela y lloraba sin parar hasta quedarme dormida. Desde muy niña, me balanceaba de alante a atrás porque me calmaba», expresó a la revista The Australian Women's Weekly en 2015. «Los niños me hacían bullying y eso me hacía aislarme más. Pueden llegar a ser muy crueles cuando ven a alguien que no encaja y, desafortunadamente, esa era yo. No encajaba en ningún sitio», explicó.

Daryl aseguró que ser tan alta, delgada, tener nombre de chico, el pelo casi blanco y no ser muy comunicativa por su trastorno de personalidad influyó mucho en cómo la veían y trataban los demás. Una situación que no ayudó al problema que sufría, sino que lo agudizó. Los médicos por aquel entonces, hablamos de los 60 y 70, todavía no habían identificado lo que hoy se conoce como el Síndrome de Asperger. Fue cuando la actriz llegó a su adolescencia que los avances médicos determinaron lo que era esta condición y finalmente la joven fue diagnosticada con la misma.

Su vida podría haber sido otra mucho más traumática, cuenta Daryl, si su madre no hubiese dado uno de los pasos más importantes de su existencia. Los médicos de aquella época le recomendaron que ingresara a su hija en un internado, pero su progenitora se negó. «Ella me sacó de la escuela y simplemente me dejó vivir en mi mundo imaginario por un año y poco a poco me fui integrando en el mundo normal, por llamarlo de alguna manera», explicó en una entrevista con Dan Rather en su programa The Big Interview, en AXS TV.

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