Daniela Santiago responde con un acertado mensaje al vídeo de los Goya 2021 en el que le llaman «puta»

La gala de los Premios Goya 2021, al margen de estar tristemente protagonizada por la pandemia y sus consecuencias, también ha estado marcada por una lamentable polémica que se produjo durante la trasmisión en directo desde su cuenta de Facebook de la salida de las invitadas del hotel de Málaga donde se hospedaban hacia el Teatro Soho Caixabank en el que se celebró el evento. El vídeo cuyo sonido ambiente estaba activado permitió que se recogiesen los comentarios que varios hombres allí presentes hicieron sobre las invitadas en el momento en el que Marta Nieto posaba a las puertas del hotel: «Es la mas buena de todas porque las demás eran todas esqueletillos. Todas menos una, la cantante, la 'Nancy' Peluso'», se escuchaba decía fuera de plano.

Pero, ese comentario no fue el más grave. La peor parte se la llevó la actriz Daniela Santiago, conocida por dar vida a Cristina Ortiz 'La Veneno' en la serie 'Veneno', que tuvo que oír: «Y la que parecía un putón verbenero, llena de tatuajes, que no sé de donde la han sacado. Joder, pero esta cobra, pero puta, puta, seguro, qué pinta».

Estos comentarios machistas rápidamente corrieron por las redes sociales siendo tachados por un sinfín de usuarios de las redes sociales e incluso por muchas celebridades. La propia Daniela Santiago respondía a la polémica a través de su perfil de Instagram junto a un vídeo suyo precisamente por los pasillos del hotel donde luego se produjeron tan desagradables palabras.

La actriz arrancaba dando las gracias «por el amor incondicional» que había recibido por su papel en la gala de los premios:«No tengo palabras para agradecer tanto apoyo y tanto amor», aseguraba. En cuanto al vídeo, la intérprete respondía: «No soy una prostituta por llevar mi cuerpo marcado de recuerdos y vivencias que forman parte de mí [...], tan importantes, que pesan más que todas las críticas».

La actriz confesaba, tras oír esos comentarios despectivos, que no erán más que un ejemplo de lo necesario que sigue siendo el día 8 de marzo, Día de la mujer. «Para demostrar y pelear por nuestra dignidad. Da igual a lo que te dediques. Yo estaba entregando un Goya y por ir tatuada soy una puta y una de las que cobran caro. ¡Qué vergüenza! Que los hombres a los que defendemos y entregamos nuestro amor hablen así de nosotras. [...] Hay mucho que cambiar. Hay mucho por lo que seguir peleando. Soy una más, una que hoy siente en su piel y su corazón una decepción muy grande».