Daniel Sancho «está triste pero no ha llorado», según el director de la cárcel en la que se encuentra

«Está veinticuatro horas con enfermera, médico, psiquiatra, todo el equipo médico. Van adaptándole poco a poco. Está triste, pero no ha llorado. Está triste pero ahora ya le veo en un estado normal. Ha estado triste pero ya no tan exagerado como al principio. Es normal para todo el mundo que entra», relataba el director de la prisión. Además, hablaba del tema de la zona común: «Para poder incorporarse a la zona común tiene que estar mentalmente bien y preparado para enfrentarse a los demás».

«El médico tiene que ver si está preparado para salir con los otros presos. Hay que ver si está mentalmente bien, si está preparado, si tiene algún miedo para incorporarse con los demás, para poder incorporarse con otros presos», añadía. También ha explicado que ha tenido problemas de espalda: «Desde el primer día ha tenido mucho dolor en la espalda, bastante dolor y bastante agudo. El médico está viendo el procedimiento anti dolor».

«Ellos intentan enseñar para aceptar la realidad pero muy poco a poco. Para afrontar que se sientan bien y que no tengan miedo. Se comporta muy bien, colabora con todos cuando dicen que hagan las cosas. Ahora está en la zona de la enfermería y allí no hay mucho que hacer más que cuidarse. Está centrado en su caso».

Una de las preguntas más esperadas era sobre un posible encuentro sin cristal ni teléfono con su madre, Silvia Bronchalo, algo para lo que parece que va a tener que esperar durante bastante tiempo: «Por ahora va a ser bastante complicado. La última palabra la tiene el juez, pero ahora no va a suceder». Además, ha explicado que desde que Daniel Sancho recibe las visitas de su madre su actitud ha cambiado para bien: «Tras visitarle su madre ha cambiado mucho su actitud a positivo».

El programa 'Cuatro al día' ha mostrado el último audio que el cirujano envió a una persona cercana, antes de ser descuartizado. Se tenía constancia de cómo funcionaba la vida del colombiano, cómo era su casa o su día a día en el trabajo, pero nunca se había escuchado su voz, tal y como puntualiza el diario ABC.

En la grabación, de la que se ha hecho eco el diario citado anteriomente, y que se emitió en exclusiva se oía a un Edwin enfadado, pero no con el que fue su agresor, sino debido a un problema profesional. Arrieta descubrió que estaba siendo acusado de haber realizado uno de sus procesos estéticos de manera errónea por lo que habría recibido una denuncia. Utilizó un mensaje de audio para desahogarse y volcar la rabia que esta situación le provocó.

«Te llamaba para el tema de la historia clínica. A mí no me interesa coger personas que trabajan para ti ni contigo. Por Dios, o sea, ¿de dónde sacas eso? ¡La loca de mierda esta que me tiene harto, en mala hora accedí yo a operar a esa paciente...!», se puede escuchar al médico.

Según afirma la reportera Marta Rodríguez, Edwin no soportaba que dudaran de su profesionalidad. «Su entorno nos cuenta que era muy buen profesional, pero estas pacientes sí que han puesto denuncias y él no estaría muy contento con las imágenes que se estaban difundiendo por redes sociales. Creemos que esta persona es con la última que podría haber hablado, con su familia habló al día anterior», aseguró la periodista.

Recientemente se descubrió la existencia de un supuesto perfil en redes sociales de Daniel Sancho que estaría utilizando desde la cárcel. Sin embargo, ABC ha podido saber en exclusiva que alguien está suplantando la personalidad del joven en Instagram. Se trata de una persona que ha tenido mucho contacto con el nieto de Sancho Gracia y que ha compartido varias fotos que pertenecen a un álbum de lo más privado. La cuenta ya ha sido denunciada.

Asimismo, se afirmó que el padre del acusado viajaría hasta Koh Samui para visitar a su hijo, al igual que ha hecho su madre, Silvia Bronchalo. «Tampoco es cierto que su viaje a Tailandia sea inmediato», confiesa el despacho de abogados del actor. Otro de los rumores que está tomando fuerza en estos días es el que hace referencia al alquiler de una casa en la zona cercana a la prisión por parte de Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo, lo cual también ha resultado ser incierto, tal y como recoge ABC.