Cristina Pedroche recuerda su traumática experiencia con su hija en el coche

Dabiz Muñoz y Cristina Pedroche comenzaron su relación hace diez años y fruto de ella, tras darse el 'sí, quiero' por sorpresa y en secreto el 24 de octubre de 2015, nació en su hija Laia. Un nacimiento que ha supuesto un giro de 180 grados en la vida de la televisiva.

Hace unas semanas, la influencer publicó su primer libro: 'Gracias al miedo: Una historia de valentía, descubrimiento y amor incondicional'. Una historia muy personal que, tal y como ella misma describe, «duele por su honestidad y atrapa por su belleza. Un testimonio valiente sobre cómo plantarle cara al miedo», añadiendo que «el miedo puede ser una herramienta valiosa que está siendo mi mantra desde que nació Laia, mi niña. Pero el miedo también tiene otra cara que no es tan agradable. Yo la veo y la siento cada día desde hace algún tiempo. La verdad es que tengo miedo a decepcionarme a mí misma; miedo a no estar a la altura de mis propias expectativas y de la madre que quiero ser. Miedo a no poder con todo…».

Una de sus paradas para la promoción de su libro fue el pódcast 'A solas con' de Vicky Martín Berrocal, en el que se ha abierto en canal con la modelo sobre lo que está suponiendo para ella la maternidad. «Tengo que confesar que no la conocía personalmente. Había visto de ella lo que todos habéis visto… O quizás algo más porque me gusta empaparme del personaje cuando voy a sentarme con ellos, pero os puedo asegurar que esta charla para mí es un antes y un después. He conocido a otra Cristina… os diría que a La Pedroche de verdad y todo gracias a que sintió cómoda y me abrió su alma. Sin miedos, sin limitaciones, sin filtros. Juro que conocerla así ha sido mágico», adelantó la empresaria a través de su perfil en Instagram.

«Estoy bien, a ratos. A la gente le molesta que todavía estoy 'postpártica'. El postparto no es el inmediato, la cuarentena... esto dura, es largo y tendido. Tengo que adaptarme todavía, estoy todavía arrollada. La maternidad me ha arrollado por todos lados», ha comenzado diciendo asegurando que a pesar de que durante estos meses ha recibido mucho amor pero también «mucho dolor».

Además se ha sincerado sobre los miedos que le asolan desde que se convirtió en madre: «Soy una persona muy miedosa, el miedo me paraliza, pero uso ese parón para analizar todo. Lo que estoy haciendo ahora es hacerlo con miedo. Si crees que tienes que hacer algo, y crees que te da miedo, hazlo. Yo estoy así todo el rato. Me da miedo montarla en el coche, pero es que si no la monto en el coche, no voy a donde tenga que ir. Muchas veces no he ido, pero ahora poco a poco me voy haciendo más fuerte», ha confesado añadiendo que ella sólo ha conducido una vez con su hija a solas. «Siempre voy con mi padre, con mi madre o con David. Las dos solas... La monté en el coche, no le había contado a nadie que lo iba a intentar. Fue la semana pasada. Llevaba semanas diciendo que lo iba a intentar. David se fue a jugar al pádel y dije 'voy a ir a verle con la niña en el coche'. Cojo a la niña, la monto en el coche y se puso a llorar. Pensé que si se ponía a llorar al sacarla del garaje, me volvía y no pasaba nada. La saqué del garaje y de repente, se calló. Se quedó en silencio, le di un trozo de pan (sin azúcar, sin sal...). Yo la miraba y pensaba: 'A que se va a callar todo el rato...'. Llegué a la primera rotonda, llego a la segunda, me meto en la carretera... Yo estaba sudando cogiendo el volante, como si me fuera la vida en ello. Yo mirando, rogando que no viniera ningún coche. Intentaba ir rápido, pero iba despacio. Ósea, todo mal. Iba superlenta. Llego, aparco y se puso a llorar. Ya la cojo y dije: 'ya está, lo he hecho'. Me temblaban las piernas de la tensión. Me sentí muy bien, pero físicamente muy mal. Cuando llegamos, David muy emocionado porque lo había conseguido. Pero claro, luego tenía que volver a casa. A la vuelta a casa, la monto en el coche y se puso a llorar. La monté y cuando arranco el coche, para de llorar», ha dicho sin poder evitar emocionarse.

Además, ha opinado que «soy una persona que digo lo que pienso y creo que eso molesta. Vivimos en un momento en el que todos tenemos que ser buenos, todos somos felices... Y yo no. Creo que tenemos que normalizar todas esas cosas. Me hubiera gustado que amigas mías me hubieran contado toda la revolución sobre el postparto. Creo que es un tema tabú».