Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez, a la gresca por la alimentación de sus hijos

La relación entre Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez siempre ha estado en el punto de mira, ante numerosos rumores de crisis. El año pasado, cuando el futbolista fichaba por el equipo de Arabia Saudita, los medios hablaban del dilema en el que se encontró Georgina para mudarse a vivir junto a su pareja al país árabe.

Por su parte, al jugador luso también le atribuyeron los medios portugueses la postura de estar «cansado» de su romance por la mera actitud de frivolidad y de estar alejada de la realidad que definía a su novia. Así, firmaron un acuerdo por el que en caso de ruptura, la 'influencer' tuviese durante mucho tiempo su vida 'blindada' económicamente con el dinero de Ronaldo.

Desde que comenzaron su historia, Cristiano y Georgina forman una familia numerosa de siete hijos. La primera en común nació un año después de iniciasen su noviazgo, cuando el jugador había sido padre tres veces más en su anterior relación. Hace dos años, nacía la siguiente hija de la pareja, al mismo tiempo que sufrían la terrible pérdida de su hermano mellizo. Como padres de cinco hijos, pues Georgina acogió a los de Ronaldo como los suyos también, ellos son su prioridad y, según parece, el motivo también de que los novios se enfrenten a continuas discusiones en casa respecto a la alimentación que llevan en sus vidas.

Como familia de siete miembros, la forma en la que educar a los niños ya era cuestión a debatir. Ronaldo, como atleta de alto rendimiento es estricto con sus hijos y para él, como así lo aplica en su vida, el deporte, la salud, el descanso o la buena alimentación son esenciales para vivir sano. Mientras él no se salta ninguna de sus normas, Georgina vive por y para el ocio de una 'influencer' con la agenda llena de planes y viajes a diferentes países del resto del mundo. Como Cristiano debe su tiempo al fútbol y a los negocios, Georgina se lleva a los viajes a sus hijos, y es en estos, cuando están más alejados de las máximas de su padre, donde su madre es mucho más flexible y se salta el control de la dieta.

Según cuentan fuentes a 'Look', en los «últimos tiempos», la alimentación de los niños ha sido un «tema recurrente» objeto de constantes debates y discusiones que han generado que la familia viva en un ambiente de «cierta tensión» cuando las prohibiciones no se cumplen. «Cristiano es muy metódico: sus horas de sueño, sus horarios, sus entrenamientos y su comida. Sin pasarse, inculca a sus hijos hábitos saludables siendo consciente también de que son niños. Pero intenta que haya unas reglas. Cuando viajan ve que se las saltan y eso le molesta», cuentan al portal. Para él, completamente crítico con la comida basura, la alimentación de Georgina, donde reinan los dulces, embutidos o refrescos, es un caso aparte, pero no quiere que sea también el de sus hijos.

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