Christian de Dinamarca, el príncipe más codiciado de la realeza

Con su nuevo rol parece estar encantado, tal y como se le pudo ver el pasado domingo cuando se mostró muy confiado y natural durante la celebración del ascenso al trono de su padre. Estuvo sonriendo y saludando a la multitud que lo aclamaba, junto a sus hermanos, la Princesa Isabel, de 16 años, el Príncipe Vicente y la Princesa Josefina, ambos de 13 años.

Para celebrar su 18 cumpleaños, el pasado mes de octubre le organizaron una cena de gala en el Palacio de Christiansborg, y entre los invitados se encontraban futuras reinas europeas. Durante la fiesta sucedió una anécdota curiosa. La estudiante y actriz danesa Anne-Sofie Tornso Olesen, de 18 años, dejó su zapato de tacón de aguja dorado para que Christian lo encontrara. Fue el personal de limpieza el que lo localizó cuando recogieron esa misma noche. El príncipe Christian pidió al Palacio que publicara una fotografía del tacón en las redes sociales acompañada de este mensaje: «Cuando los invitados a la fiesta de gala se fueron a casa, este solitario zapato de tacón de aguja quedó en el castillo de Christiansborg. El propietario puede ponerse en contacto para recuperarlo». Anne-Sofie, hija de un comercial de vinos, reclamó el zapato como suyo asegurando que le hubiese gustado un final de cuento de hadas. Lo que nunca se ha sabido es si le devolvió el zapato en persona o se lo enviaron a su casa con alguna nota.

Vida alejado de los focos

De momento Christian prefiere mantener su vida privada alejada de los focos. Su principal prioridad ahora mismo es completar su educación superior en Ordrup Gymnasium, una escuela pública en Copenhague y aún tiene la formación militar pendiente. Según fuentes de palacio, solo participará en algunos actos oficiales, ya que aún no es un miembro de la familia real a tiempo completo. Fue el primer miembro de la familia real danesa en acudir a una guardería y, después, el primero en asistir a un colegio público.