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Cesc Fábregas durante el programa ''Samanta y la vida de'. Cuatro.com

Cesc Fábregas confiesa los peores momentos de su vida

El futbolista del Mónaco reconoce que recurrió al fútbol para olvidarse «de los problemas y disfrutar»

el norte

Jueves, 10 de septiembre 2020, 11:15

El programa 'Samanta y la vida de' eligió como protagonista a Cesc Fábregas. El jugador del Mónaco vive junto a su mujer Daniella Semaan, sus tres hijos en común y los dos de la empresaria, fruto de su anterior matrimonio. En la capital del Principado, ... el futbolista repasó su vida ante Samanta Villar, sin olvidar Arenys de Mar y Barcelona, ciudad donde creció y se reencontró con sus familiares y amigos de la infancia.

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Durante el reportaje, Cesc recordó que el peor momento de su vida fue la separación de su padres y explicó el porqué el fútbol es su vida: «Era mi manera de olvidarme los problemas y de disfrutar. Siempre ha sido una desconexión. A los 14 años, sus padres le comunicaron que se iban a divorciar, un trance que Fábregas nunca olvidará: «Lo pasé muy, muy, muy mal. A día de hoy todavía me sienta mal. Es una cosa que llevo dentro más de la mitad de mi vida. Siempre la tengo aquí».

Fábregas reconoció que nunca pensó que la reunión familiar a la que había sido llamado tendría ese final: «Yo pensaba que era que iba a ser que mi madre estaba embarazada, porque todo hasta entonces había sido muy normal. Pero a mi padre se le veía afectado y mi madre tomó la palabra. Cuando nos lo dijo me quedé en shock. Recuerdo subir a mi cuarto y dar un puñetazo a la pared. A mí me distorsionó un poco. Era un chico con las ideas muy claras, tenía una vida muy estable y eso rompió mi cabeza. Mi hermana era diferente porque ella se adapta. Pero para mí fue un problema muy grande».

El jugador monegasco rememoró sus comienzos en el deporte, su marcha al Arsenal cuando tan sólo tenía 16 años y se emocionó cuando, por sorpresa, fue a visitar a sus abuelos: «No sé qué haría sin mis abuelos. Les quiero con locura», aseguraba mientras recordaba lo bien que lo pasaba estando los tres meses de verano en casa de estos y la devoción que siente por la comida de su abuela.

Samanta Villar pudo descubrir cómo se desenvuelve la familia Fábregas Semaan en el día a día. La periodista hizo un pastel con ellos y vio cómo los hijos de la pareja hablan perfectamente inglés, castellano, catalán y francés. Preguntado sobre si le gustaría tener otro hijo, Cesc no dudó en afirmarlo, todo lo contrario que su pareja, Daniella: «No tengo ni un minuto para mí», aseguró, mientras Cesc reconocía que es «una crack» y su hija apostaba por un niño porque «hay tres niñas seguidas». La conversación fue zanjada por la madre con un rotundo: «No más niños Samanta. Soy yo la que decido.

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