El Príncipe Andrés y el Rey Carlos III. Vanity Fair

Carlos III retira la protección privada al Príncipe Andrés

Esta medida podría obligar al hermano menor del monarca británico a abandonar la mansión de Windsor

El Norte

Martes, 20 de agosto 2024, 10:42

La última decisión de Carlos III ha removido los cimientos de la Familia Real británica. El monarca ha eliminado la protección privada a su hermano menor, el Príncipe Andrés, un servicio que llevaba prestando desde 2022. Esta medida entrará en vigor en noviembre, y algunos la consideran el paso previo o la 'invitación' a que el Duque de York abandone su residencia en el Royal Lodge, en Windsor, donde ha vivido durante más de dos décadas.

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Andrés, quien ya fue despojado de sus títulos militares y patrocinios reales por su madre, la Reina Isabel II, debido a su implicación en el escándalo de Jeffrey Epstein, ha visto cómo su posición dentro de la Familia Real se deteriora aún más. Como recoge ABC, la retirada de la seguridad privada es un claro indicio de la presión que Carlos III está ejerciendo para que su hermano abandone la mansión de 30 habitaciones, valorada en más de 35 millones de euros.

Aunque el contrato de arrendamiento firmado por el Duque en 2003 le garantiza la permanencia en el Royal Lodge hasta 2079, también le obliga a mantener la propiedad en un estado impecable, una tarea que se ha vuelto cada vez más onerosa sin el respaldo económico de la Corona.

«Todo el mundo especula si esto significa que el Duque tendrá que abandonar Royal Lodge», comentó una fuente cercana al palacio, alimentando los rumores de que Carlos III quiere ver a su hermano fuera de la residencia. La decisión de eliminar la seguridad privada no solo deja a Andrés en una posición vulnerable, sino que también lo obliga a financiar él mismo este servicio si desea quedarse en su hogar actual.

Sarah Ferguson y el Príncipe Andrés. VF

A pesar de la presión, Andrés se ha mantenido firme en su negativa a abandonar el Royal Lodge. Rechazó una oferta anterior para trasladarse a Frogmore Cottage, una residencia más modesta en las cercanías, anteriormente habitada por los duques de Sussex, Harry y Meghan. Según fuentes cercanas, el Príncipe ve cualquier movimiento como una degradación y ha dejado claro que no tiene intención de ceder.

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No se va

«Andrés no va a ninguna parte», declararon personas cercanas al Duque en enero, cuando surgieron los primeros rumores sobre su posible desalojo. Sin embargo, con las crecientes tensiones y la reciente decisión del rey, el futuro de Andrés en la residencia parece cada vez más incierto. La casa, descrita como una «gran casa de campo» por Ingrid Seward, está adornada con muebles antiguos, alfombras elegantes y un jardín meticulosamente cuidado. Pero incluso con estas comodidades, la carga financiera podría resultar insostenible sin el apoyo de la Familia Real.

El escándalo Epstein ha sido un golpe devastador para Andrés, y su relación con Carlos III ha sufrido considerablemente. Desde su desastrosa entrevista en 2019 y el posterior acuerdo millonario para resolver la demanda civil presentada por Virginia Giuffre, el Príncipe ha sido apartado de la vida pública y sus ingresos han mermado significativamente.

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Ahora, con la seguridad privada a punto de ser retirada, Andrés se enfrenta a un dilema. Podría verse obligado a salir de Royal Lodge, un lugar que considera su hogar, o asumir los costos astronómicos que conllevan mantener la seguridad y el mantenimiento de la propiedad.

Con la fecha límite de noviembre acercándose rápidamente, la situación sigue siendo delicada y podría marcar el fin de una era para el Duque de York. Mientras tanto, la decisión de Carlos III refuerza su determinación de distanciar a la Corona de cualquier escándalo que pueda amenazar la estabilidad de la monarquía británica.

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