Carlos Algora, de 'La isla de las tentaciones', en libertad con cargos

Carlos Algora, tentador en la tercera edición de 'La isla de las tentaciones', ha sido puesto libertad con cargos por el Juzgado de guardia de Las Palmas de Gran Canaria donde fue detenido, tal y como ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.

El titular del juzgado de instrucción número 7, el Magistrado Javier García Sotoca, ha sido el encargado de decretar su puesta en libertad provisional con cargos por el presunto abuso sexual a una joven que alegó haber sido drogada en una fiesta multitudinaria e ilegal celebrada en la localidad madrileña de Colmenarejo, el pasado 13 de febrero.

De momento y como medidas cautelares se le ha retirado el pasaporte y tendrá que comparecer semanalmente en el Juzgado de San Lorenzo de El Escorial, partido judicial al que corresponde Colmenarejo, a donde pertenece el caso. El Juez ha tenido que tomarle declaración de forma telemática ya que el televisivo ha tenido que ser aislado tras haber dado positivo en Covid-19, aunque no presenta síntomas.

La presunta víctima acudió junto a su compañera de piso, amiga de Carlos, a una fiesta multitudinaria e ilegal, aunque primero estuvieron en el pub Tiffanys, donde conocieron al grupo de jóvenes sevillanos entre los que se encontraba el tentador.

Cuando llegó la hora del toque de queda en la Comunidad, todos ellos tenían planeado seguir la fiesta en un chalet a las afueras de Madrid. Según apuntan desde El Confidencial, este chalet habría sido alquilado por el propio Carlos, quien también se había encargado de contratar a varias chicas que trabajan como imagen de diferentes discotecas. El lugar estaba acondicionado para la fiesta con alcohol para consumir, luces para ambientar y hasta un DJ. Algunos de los asistentes al evento aseguraron que allí se ofrecía droga gratis. En esa barra libre ilegal había, entre otras cosas, popper, conocida como droga sexual.

Durante el transcurso de la fiesta, tres hombres, entre ellos Carlos, subieron a una de las habitaciones del chalet acompañados de otras dos chicas. Una de ellas, amiga del tentador, confesó que accedió voluntariamente a mantener relaciones sexuales con los tres, en cambio la chica francesa no y que, igualmente, abusaron de ella. Todo acabó cuando acudió la Guardia Civil para disolver la fiesta tras recibir un aviso de la propia dueña de la casa.