La cantante Lily Allen confiesa sus intimidades

A sus 38 años, Lily Allen no duda en hablar de su pasado un tanto atípico, y lo ha hecho en el podcast de Alan Carr 'Life´s a Beach', donde ha reconocido aspectos de su vida sexual desconocidos hasta el momento. Una de esas confesiones, tal vez la más llamativa, es el revuelo que se formó cuando perdió la virginidad con tan solo 12 años.

Allen estaba de vacaciones con su padre, el actor Keith Allen, y su hermano, Alfie. Como recoge ABC, la cantante reconoce que disfrutó de un romance de verano que la llevó a escabullirse con un joven desconocido durante varias noches seguidas. Pero en una de ellas, Lily no regresó al hotel. Su progenitor, una vez que se dio cuenta de su ausencia, llamó rápidamente a la policía. «De hecho, me perdí», explicó la cantante.

«Perdí mi virginidad con un chico llamado Fernando en Brasil. Cuando tenía unos 12 años, no, estoy bromeando», reconocía en el podcast. «Pensaron que en realidad había desaparecido pero en realidad fui a la habitación de Fernando y obviamente no volví a mi habitación», agregó.

La cantante aclara que se había «dormido hasta tarde el día siguiente» y al despertar, recordó que «había policías por todo el hotel», explicaba agobiada. «Literalmente estaban peinando la playa e iban preguntando a todo el mundo. No tuve el valor de reconocer que solo estaba perdiendo mi virginidad».

«Fue todo un poco traumático, y no volví a tener relaciones sexuales durante un tiempo», reconoce Allen, quien afirmó en 2018 haber tenido relaciones sexuales con el amigo de su padre cuando tenía 14 años. Desde entonces, Lily se estableció y encontró el amor con la estrella de 'Stranger Things', David Harbour , con quien se casó en 2020.

Lily Allen no tiene pelos en la lengua cuando habla de sucesos íntimos a los medios. En el año 2019 confesó que pagó a prostitutas porque se sentía sola. Durante una entrevista para 'Yahoo Be', a la pregunta de qué había sido lo más vergonzoso que había visto, respondió que «a James Blunt practicando sexo con alguien en el vestíbulo de mi habitación del Chateau Marmont de Los Ángeles».

Poco después volvía a copar los titulares de la prensa británica al conceder una entrevista con 'The Guardian', donde confiesaba sentirse extrañada de seguir viva: «Me sorprende no estar muerta. La industria de la música era un lugar hedonista en el 2000. Las personas que se entregan generalmente no salen del otro lado. Tener hijos desencadenó responsabilidades», asegura en relación a sus dos hijas: Marnie Rose y Ethel.

Durante la entrevista, la artista confiesa las fuertes adicciones al alcohol y las drogas que ha sufrido a lo largo de su vida. «Elegí el sexo sobre la heroína. No me di cuenta en ese momento, pero las adicciones pueden manifestarse de todas las maneras». Explica que se refugió en el sexo y las drogas para «taponar otras cosas como el dolor o el miedo», aunque cree que «hay todo tipo de cosas destructivas a las que puedes llegar».

• Temas
• ABC