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El Norte
Viernes, 26 de julio 2024, 19:54
Bosco Martínez-Bordiú sufrió una aparatosa caída durante una prueba de líder en la famosa 'noria infernal'. El susto fue máximo al ver al concursante soltarse de repente del palo y caer sobre otro que conforman la noria, saliendo así volando hasta el agua después del golpe. La preocupación, en esos momentos, de todos los allí presentes y de la audiencia, fue máxima.
Rápidamente el servicio médico le atendió y todo salió bien. Ahora, Bosco ha contado a través de las redes sociales que no había visto el vídeo y, tras verlo, ha contado cómo vivió la situación: «Me estoy comiendo la cabeza porque no he visto el vídeo del golpe y quiero saber por qué tengo fisuras en las costillas y un moratón enorme», comenzaba diciendo.
Bosco ha asegurado que se encuentra bien pero que se ha sometido a varias pruebas de las que está pendiente de recibir los resultados, que no dudará en compartir con sus seguidores: «La columna la tengo bien, me puedo mover y todo. Me siento bien, aunque al reírme mucho o al estornudar me duele», explicaba en el vídeo.
«Lo que pasa es lo siguiente: por la fuerza a la que iba la noria, que iba rápido no, rapidísimo... Porque había tres tíos por fuera en cada lado dándole, que ya era imposible sujetarte... La verdad es que estoy flipando del golpetazo más grande. Si no hubiera estado esa barra, habría caído perfecto y no me habría pasado absolutamente nada, pero se puso en mi camino», cuenta en el vídeo.
Bosco ha explicado que notó como su columna «se partía»: «Sonó 'raaaa', y ya dije 'adiós piernas', y empecé a pensar en lo que me había roto». Además, al caer al agua asegura que del puro dolor se quedó sin respiración: «Notaba que me había quedado sin oxígeno». Por si esto fuera poco, llegó a pensar que se había quedado paralítico: «Lo primero que hice cuando me tumbaron en la playa es ver si podía mover los dedos de los pies... lo veía todo negro, pero al ver que los movía ya pensé estoy bien».
Al ver que todo iba bien, se relajó: «Ya respiré. Podía moverme, pensé que sea lo que sea, me da igual, no me he quedado paralítico. Me pincharon por todos lados, me dieron pastillas... pero quise hablar con mis familiares para tranquilizarlos. Estaba superdrogado y con los oídos taponados, me iba a desmayar», explicaba.
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