Aurora Carbonell desvela la enfermedad que le ha alejado de la interpretación

Aurora Carbonell alcanzaba la popularidad, en la década de los 90, interpretando al personaje de Yasmina en la serie 'Al salir de clase'. Tras finalizar el papel en 2002, su salto a la fama le condujo a numerosas apariciones episódicas en series de éxito como 'Hospital Central', 'Cuéntame cómo pasó' o 'Los Misterios de Laura', con las que siguió ganándose el cariño del público. Hasta que se le perdió la pista, provocado, como ella misma ha contado en las redes sociales, por una complicada enfermedad que le afectó considerablemente a su salud. Aunque «ya pasó todo», la actriz ha querido compartir con sus fans los detalles de aquello por lo que pasó durante casi diez años y todavía no ha comprendido por completo.

A sus 48 años mira al futuro con ilusión: «Hoy siento que una parte de mí se libera para seguir caminando con un poco menos de peso», ha apuntado la actriz en el vídeo con el que pretende que los que la echaban de menos en proyectos profesionales la comprendan.

Una enfermedad complicada

«Muchos de estos años estaba intentando sobrevivir a los días porque mi cuerpo no funcionaba bien y sentía que me estaba consumiendo», ha comenzado a sincerarse la intérprete con sus seguidores. «Se me deformaba la cara sin razón aparente, además de tenerla inflamada, la piel estaba escamada, insoportables dolores articulares, falta de hierro...Intoxicación por metales pesados, intolerancias alimentarias, infección de bacterias por el cuerpo, permeabilidad intestinal, disbiosis, todo mi sistema inmunológico estaba alterado», ha asegurado.

«He pasado por errores médicos. Durante un año estuve con un diagnóstico equivocado de mi corazón», ha contado Carbonell, a quien ese error le quitaba el sueño. «El día después de diagnosticarme esta lesión, mi gran amigo Borja, que tenía una patología similar, fallecía de madrugada en la cama por un infarto. Entenderéis mi miedo cada vez que me iba a dormir», ha afirmado.

Debido a la enfermedad, la actriz ha cambiado muchos hábitos en su vida. «Ahora me cuido mucho: la alimentación, hago deporte, me rodeo de buena gente y me levanto todos los días con una ilusión inmensa», ha calmado la preocupación de sus seguidores, a quienes ha querido mandar un mensaje de optimismo: «A por la vida», ha terminado.

Aurora Carbonell ha querido recalcar que su enfermedad no es rara pero sí «difícil de diagnosticar» porque «hay muchos síntomas diferentes que hace que todo sea más complejo y lento». Para ella, toda la importancia recae en la opinión de los médicos: «Tener un buen diagnóstico es fundamental», ha sostenido para terminar lanzando un aplaudido argumento. «No normalicemos dolores y malestares, no normalicemos lo que no es normal», ha concluido.