Arantxa Sánchez Vicario sobrevive gracias a la ayuda de sus amigos

Cuando fue tenista, Arantxa Sánchez Vicario vivió momentos duros sobre las pistas que supo, en muchos casos, sobrellevar e incluso superar. Ahora, años después, sus problemas son más graves y se centran en la economía, muy tocada después de que haya tenido que pagar más de seis millones de euros de responsabilida civil.

Además, mañana se sentará en el banquillo junto a su exmarido, Josep Santacana. Ambos, como recoge Bekia, se verán las caras por un presunto delito de alzamiento de bienes y podrían enfrentarse hasta a cuatro años de prisión.

Antes del juicio, Arantxa ha concedido una entrevista a El País donde ha hablado sobre su complicada situación económica. A falta de otras cosas, la extenista se refugia en la religión, contando: «Rezo a menudo. Y voy a poner una vela para que esto salga bien». Más allá de Dios, sus hijos son su principal refugio, y así ha hablado de ellos: «Mi vida está volcada en ellos. Lo son todo para mí, son lo que me hace seguir adelante». Ha confesado estar muy nerviosa, pero confía en que se le pueda reducir su pena.

Arantxa siempre ha asegurado que ha sido víctima de su exmarido: «Estaba enamorada. Confié en mi exmarido y me he visto inmersa en esta situación. Mi error, como he dicho otras veces, fue enamorarme. Confié en la persona que tenía al lado, en mi marido, y me la jugó. No voy a tirar la toalla. No lo hice en la pista y no lo haré ahora».

En estos momentos vive en un piso de alquiler en Miami junto a sus dos hijos. Arantxa reconoce que la mitad de sus ingresos se los lleva el Banco de Luxemburgo, con el que tiene la deuda pendiente, e incluso ha contado que sigue adelante gracias al dinero de sus amistades.

«Doy clases particulares de tenis y, en ocasiones, me contratan para ayudar en la organización de torneos, o como comentarista. Estoy haciendo un esfuerzo económico brutal, que seguiré haciendo toda mi vida. Saco adelante a mis hijos gracias, también, al dinero que me dejan los amigos. Con eso voy tirando», ha dicho, añadiendo que le parece injusto no poder vivir del tenis después de la carrera profesional que ha tenido.

En cuanto al caso y el juicio, el Banco de Luxemburgo interpuso una querella por lo penal en 2015 contra Aranxta Sánchez Vicario y Josep Santacana por no hacer frente a la deuda que tenían con dicho banco, que los había estado avalando durante años, al entregarles los 3,5 millones de euros más los intereses que la Audiencia Nacional les condenó a pagar por evasión de impuestos y que el Tribunal Supremo ratificó en 2009. Pero la cosa no queda ahí, porque Santacana vendió su millonario patrimonio inmobiliario para intentar evadir la deuda con el Banco de Luxemburgo, y ella ha asegurado que estaba por aquel entonces manipulada por el que era su marido.

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