Anabel Pantoja ironiza sobre la etapa final de su embarazo

Anabel Pantoja ha optado, como era de esperar, por las redes sociales, para dejar constancia de la evolución de su embarazo y de todos los momentos especiales que vive. El próximo 23 de noviembre, la sobrina de Isabel Pantoja cumple 40 semanas desde que se quedase embarazada de su novio David Rodríguez, lo que se supone es la fecha estimada en la que la pareja puede dar la bienvenida al mundo a su primera hija en común, según publica ABC.

Los casi dos millones de seguidores en sus redes sociales no solo son testigos de las experiencias más felices, también de todos aquellos cambios que Anabel está experimentando y de las peores consecuencias del embarazo, que terminan desesperando por completo al exrostro de Telecinco que necesitaría desahogarse con irónicos pero a la vez sinceros mensajes en sus publicaciones. «Ya no queda nada para verla. Comienza la cuenta atrás», advertía en una ocasión reciente a sus 'followers', pero lo que no esperaba es que esta cuenta atrás se le llegase a hacer tan complicada.

Aunque no pierde la sonrisa ni la alegría en ningún momento, los síntomas habituales de la fase final del embarazo ya están desgastando a la hija de la tonadillera. Con 38 semanas de gestación, Anabel vive las semanas previas a dar a luz a su hija con complicaciones que ya no sabe la manera de sobrellevarlas. A lo largo de esta etapa, la 'influencer' ha lidiado con la acidez, la diabetes o con la falta de sueño que consideraba la peor compañera de sus noches. «Jamás olvidaré este insomnio maldito de horas mirando al techo y de dar vueltas de un lado a otro como un hipopótamo», reconocía en una publicación lo que más le agotaba.

Este problema, muy a su pesar, persiste todavía en el día a día de Pantoja y ya se atreve incluso a tratarlo con ironía para sobrellevar mejor las quejas. «Que bonito el embarazo. Resumen de la noche: 9 veces levantándome para hacer pis, 162 giros de un lado a otro, beber agua 5 veces, despertador diario exacto y sin fallar todos los días a las 7:05 de un perrito vecino que decide ladrar hasta que despierta a todo el vecindario», ha querido contar brevemente a sus seguidores cómo siguen siendo sus noches en vela.

Los días tampoco estarían siendo nada fáciles para Anabel. El dolor que siente en el lumbago y los intensos pinchazos en la espalda, indicativos de que el parto está cerca, le impiden incluso sentarse en una postura cómoda y se ve en la obligación de recurrir a los cojines y las almohadas para rodearse de ellas y poder descansar como en una nube para apoyar su tripita. Viéndose a sí misma así sentada no ha podido evitar compararse con «Isabel La Católica en su trono». «Últimas caminatas con dolor en el lumbago a nivel 100», ha señalado también lo complicado que es para ella andar.

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