Amor Romeira y Sonia Ferrer vuelven a enfrentarse por la Ley Trans

Por su parte, el presentador del programa, Nacho Abad, denunciaba lo que había ocurrido como algo «absolutamente rechazable» amparando a su compañera en la «libertad de opinión y expresión», algo que él mismo adora porque «todo el mundo puede decir lo que piensa en libertad». En cambio, la libertad de Sonia Ferrer le costó como habíamos dicho una avalancha de odio en las redes sociales donde se le «ha machacado desde un punto de vista salvaje», apuntaba el presentador, recordando durante unos minutos algunos de esos insultos.

Sonia Ferrer volvía a explicar que se había llegado a este cara a cara porque Amor Romeira había denunciado en otro programa de televisión que nunca había recibido tantos ataques transfobos como los que le habían llegado a raíz de la opinión de la colaboradora: «Estaban discutiendo entre ellas, entramos en el debate la mesa y yo dije que aquí lo que falla es el concepto que cada una tenga de ser mujer, '¿Amor, qué es para ti ser mujer?', y según Amor Romeira le llegó mucha transfobia».

Amor señaló que mientras se hablaba de ese odio que recibía se pasaba por alto todo el que recibía ella: «Lo que no se comenta es todo el odio que me llegó fue terrible», pero asegurando que ya estaba acostumbrada por su trabajo en televisión, algo que parecía hacerla más fuerte para enfrentar estas cosas: «No pasa nada, estamos acostumbrados a dar nuestra opinión, llevamos un neopreno y aprendemos que todas esas opiniones negativas nos resbalen».

En cambio esta vez ha sido mucho más intenso porque ella había defendido, según su opinión, el interés de los menores que reciben tratamientos bloqueadores de la pubertad antes de los 18 años y que según estudio esto tiene consecuencias irreversibles: «De repente digo lo de los menores y los bloqueadores de pubertad y la que me ha caído es...». Sonia Ferrer asegura que ella tiene el lugar y el espacio para dar su opinión, lo que la pone también en el disparadero, pero sabe que no está sola y no es la única con esa opinión: «Por detrás mucha gente tiene la misma opinión, no soy una excepción».

En sus redes sociales, Ferrer también se defendió asegurando que quienes la atacan solo había visto el clip viral en el que Amor Romeira parecía dejarla en jaque durante el debate, obviando así todo lo demás que se había dicho y volviendo a insistir en los tratamiento psicológicos a menores y usando la palabra mutilación para referirse a las operaciones de reasignación de género: «No tienen ni idea de qué se dijo, les da igual que hablásemos de dar seguimiento psicológico a menores antes de pensar en tratamientos hormonales y posteriores mutilaciones de un cuerpo sano. Les dan igual los menores».

Esta no pasaba tampoco por alto la aplaudida frase de Amor Romeira en la que le decía que su operación de aumento de pechos era entonces un «desgarro muscular de las mamas» si ella se refería en el término «mutilación» para las operaciones de las personas trans. «Aplauden con las orejas que compare la extirpación de unos pechos sanos una vaginoplastia o una faloplastica con una aumento estético de pecho. ¿Vamos a tener que poner fotos para que vean la diferencia?», decía.