Amaia Montero no atraviesa su mejor momento personal

Amaia Montero acaparó, hace exactamente un mes, todos los titulares de la prensa del corazón tras la publicación de una instantánea en blanco y negro en la que aparecía despeinada, sin maquillar y totalmente irreconocible. Fotografía que propició que saltasen las alarmas sobre su estado de salud. Para echar más leña a fuego escribía junto a la imagen. «Si la esperanza es lo último que muere y todavía no la he perdido, ¿de qué me sirve la vida?».

Después de treinta días desaparecida, el programa 'Socialité' consiguió contactar con algunos miembros del entorno más cercano de la ex vocalista de La oreja de Van Gogh para preguntarle cómo se encuentra. Al parecer, la cantante no atraviesa su mejor momento personal, por lo que ha tomado al decisión de refugiarse en Irún, su localidad natal, durante un tiempo en compañía de su madre y sus hermanas.

El espacio televisivo aseguró que el estado anímico de la artista cayó en picado en 2009 tras la muerte de su padre. Un hecho que la guipuzcoana no ha conseguido superar y por el que no levanta cabeza.