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El Norte
Jueves, 17 de agosto 2023, 12:05
Jacques y Gabriella, los hijos del Príncipe Alberto de Mónaco, nacieron el 10 de diciembre de 2014. Pero antes, y en dos ocasiones, el monarca ya había sido padre. En 1992 vino al mundo Jazmin Grace, nacida fruto de una breve relación entre Alberto de Mónaco y Tamara Rotolo, una camarera estadounidense. Y en 2003 nació Alexandre, un niño que el Príncipe Alberto tuvo con Nicole Coste, una azafata togolesa.
Al primero, una vez fallecido Rainiero de Mónaco, Alberto, ya reconocido como Príncipe Soberano, reconoció a Alexandre como su hijo, y casi un año después a Jazmin Grace. Dio a ambos sus apellidos, se preocupó por su bienestar y por tener trato con ellos y les incluyó en su testamento. Eso sí, para ellos no hubo tratamiento de Alteza Serenísima, ni dignidad de príncipes de Mónaco, y tampoco un lugar en la línea de sucesión. Tanto Jazmin Grace como Alexandre son hijos reconocidos, pero su padre nunca se casó con sus respectivas madres, por lo que no fueron legitimados a efectos sucesorios.
Ambos forman parte de la familia Grimaldi y están muy unidos a Alberto de Mónaco. Además, tienen trato entre ellos, con sus hermanos Jacques y Gabriella y también con sus primos, como Pauline Ducruet, que se lleva muy bien con Jazmin Grace.
Pero lo que sucede con Jazmin no sucede con Alexandre, y menos en el caso de Nicole Coste, madre de Alexandre Grimaldi, que ha llegado a criticar a la esposa de Alberto de Mónaco públicamente. Una de las cosas que dejó claro Alexandre en una entrevista fue que le molesta que se refieran a él como el hijo ilegítimo del Príncipe Alberto : «Cuando nací, ninguno de mis padres estaba en otro matrimonio y no cometieron adulterio. Usar esa palabra es un insulto». Además, ha recalcado que se apellida Grimaldi, no Coste, ni Coste-Grimaldi: «Mi padre se llama Grimaldi, es lógico que yo lleve su nombre. Nunca me llamé Coste o Coste-Grimaldi. No en ninguna identificación, en la escuela o en mis diplomas. Cualquiera que me llame así tiene una actitud maliciosa».
Alexandre no duda cuando es preguntado qué siente por su padre: «Está en mi corazón, al igual que mi madre. Ambos son padres cariñosos», ante lo que su madre, Nicole Coste, añadió: «No lo crié sola. Vivió y creció con mis otros dos hijos. Estábamos y seguimos estando muy rodeados de gente, ya sea en Ginebra, Nueva York, Londres o Mónaco. Y también tiene un padre que cuida de él. Mi hijo ha tenido y tiene una vida equilibrada que protegemos lo mejor que podemos».
Alexandre Grimaldi dice ser humanista y ecologista, amante del golf, la hípica y el arte. En relación a su formación y su futuro,cursa Empresariales en Reino Unido y que pensó en ser modelo, aunque con la pandemia olvidó un poco esa idea. Como hijo del Príncipe de Mónaco no se ve desfilando en una pasarela, pero sí se vería como imagen de marcas. Asimismo, manifestó que quiere crear su propia organización benéfica. Sobre si piensa que acabará trabajando con su padre, prefiere esperar a graduarse: «Déjame obtener un título y ya veremos. Todos los amigos de mis hermanos mayores que tienen padres empresarios trabajan con sus padres o sus familias y están muy contentos. Así que no me preocupa», finalizó Alexandre Grimaldi.
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