Alba Carrillo le envía un recado a la mujer de Feliciano López: «Pobrecita mía...»

La colaboradora de televisión y su exmarido han demostrado que la sintonía entre ambos es inexistente y que, a pesar de los años, su relación no ha mejorado. «Hay gente que es así, lo que no entendí yo es que no era para mí. No era para mí. Le gustaban los toros. Es muy de extrema derecha. Colea de estribor mogollón. Quiero decir, no es yo», ha recriminado Carrillo, que no llegó a celebrar su primer aniversario de boda con el tenista español.

«Él es el que lleva la Caja Mágica, pero yo no he entendido nunca cómo una persona que no sabe gestionar ni su nevera puede gestionar esas cosas a gran escala», decía la presentadora, que seguía sin entender cómo su expareja podía estar «en un puesto de administración» como el de director del Mutua Madrid Open, cargo que desempeña desde hace más de cinco años.

Alba Carillo aseguró entonces que, durante sus meses de noviazgo y matrimonio, pudo comprobar de primera mano que Feliciano López era un desastre en casa: «Eso lo sé yo, no es un cuchicheo. Le mandabas a comprar pavo y no sabía, no distinguía entre lomo y salchichón, o sea, te quiero decir... Que no, cariño mío....», volvió a reprochar la modelo, cargando directamente contra la labor de su expareja al frente del torneo de tenis madrileño.

A la que no guarda ningún tipo de resentimiento es a la nueva mujer del tenista, Sandra Gago, a la que ha mandado un último mensaje antes de despedirse: «Es un ser humano maravilloso. Un beso, Sandra. ¡Suerte! Pobrecita mía, me cae estupendamente. Cuántos más años pasa con él, mejor me cae porque me parece una heroicidad», concluía.