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el norte
Lunes, 27 de marzo 2017, 17:59
Los robos a grandes estrellas se están convirtiendo en algo habitual. Entre los más llamativos, basta recordar el que sufrió Kim Kardashian en París, durante la Semana de la Moda, en el que le sustrajeron 10 millones de euros. Otras celebrities que también han sufrido un atraco en sus casas han sido: Kendall Jenner, Naomi Campbell, Simon Cowell o Rita Ora. Esta última recibió la visita de los amigos de lo ajeno en su casa de Londres el 28 de noviembre de 2015. El botín ascendió a 200.000 dólares y se produjo mientras la 'celebrity' dormía en su casa. A pesar de que haya transcurrido cerca de año y medio desde que se produjo el lamentable incidente, la artista todavía no puede dormir y los ataques de ansiedad no han desaparecido cuando recuerda esa día, según publica el portal de noticias del 'Daily Mail'. Fuentes cercanas a la joven aseguran que se encuentra «mentalmente asustada y aterrada» desde el robo. Tal es su inseguridad que ha mandado instalar un equipo de seguridad, valorado en más de 23.000 euros, según publica 'Bekia'.
Su 'habitación del pánico' consta de cámaras de seguridad, con circuito de televisión, alarmas en todas las estancias, puertas electrónicas, luces con sensores de movimiento y una habitación a prueba de disparos.
Un amigo de la artista ha señalado el difícil momento por el que atraviesa la joven: «Rita se encuentra realmente mal, sigue teniendo pesadillas sobre el robo. A pesar de que el autor se encuentre en la cárcel no ha disminuido su paz mental y ella tiene miedo de que pueda volver a ocurrir. Sigue estando en el ojo público así que sigue siendo un objetivo para los ladrones».
A pesar de las medidas de seguridad, Rita no olvidará fácilmente esa noche del 28 de noviembre, en la que el ladrón entró en su casa mientras ella dormía. Ante la llamada de su hermana, se encerró en el dormitorio y llamó a la policía.
Durante el juicio se pudo oír la llamada de la vida a la seguridad: «Me he encerrado en mi habitación, mi hermana lo ha visto a través de las cámaras de seguridad en mi casa. ¿Pueden enviar a la policía? ¿Cuánto tiempo van a tardar? Oh Dios mío, no tengo ni un cuchillo para defenderme, va a venir arriba estoy segura», decía el mensaje.
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